Dentro del panorama de la actuación cubana, han emergido grandes nombres que han dejado una huella imborrable en la memoria del público, y entre ellos está indiscutiblemente Enrique Molina.
El actor falleció en La Habana el 3 de septiembre de 2021, a los 78 años, debido a complicaciones derivadas de la COVID-19, tras haber estado hospitalizado durante varios días. Su muerte dejó a la comunidad artística cubana en luto.
Nacido en Bauta, antigua provincia de La Habana (hoy Artemisa), Enrique Molina pasó los primeros años de su vida en este lugar antes de trasladarse a Santiago de Cuba a los 15 años, donde fue criado por su abuela, quien asumió su cuidado tras la muerte de su madre cuando él tenía apenas 4 años.
Desde sus inicios en la actuación a principios de la década de 1960, Molina pasó de ser un aficionado a las artes escénicas a convertirse en uno de los actores más versátiles y naturales de Cuba, con un extenso recorrido.
A lo largo de su carrera, Enrique Molina demostró su talento en diversos medios, destacándose en la televisión, el teatro y el cine cubano. Su trabajo le valió numerosos premios que reconocieron su innegable talento.
En el cine, participó en más de 20 producciones, incluyendo títulos emblemáticos como “Caravana”, “Alicia en el Pueblo de las Maravillas”, “Una novia para David”, “Hello Hemingway” y “Un paraíso bajo las estrellas”.
En televisión, Molina fue una figura recurrente en seriales, programas de aventuras y telenovelas, destacándose en producciones como la popular “Tierra Brava”, así como en otras como “El silencio ha tenido que ser”, “Algo más que soñar” y “En fin, el mar”.
Entre los premios que honran sus décadas de dedicación a la actuación se encuentran el de Mejor Actor Extranjero en el Festival del Gallo de Oro y las Cien Flores de China, el Premio ACTUAR por la Obra de la Vida en 2018 y el Premio Nacional de Televisión en 2020.