En un contexto marcado por crecientes dificultades económicas propias debido a la guerra con Ucrania, y una profunda escasez de alimentos en Cuba, el embajador ruso en La Habana, Viktor Coronelli, reafirmó el compromiso de Rusia de seguir apoyando al país caribeño.
A través de declaraciones ofrecidas a la agencia RIA Novosti, Coronelli destacó los diversos esfuerzos que su país ha realizado y seguirá realizando para aliviar la crisis que afecta a la isla, incluyendo la provisión de productos esenciales como trigo, aceite y fertilizantes, tanto en proyectos humanitarios como comerciales.
Una de las principales iniciativas de cooperación mencionadas por el embajador es la colaboración de Rusia con el Programa Mundial de Alimentos (PMA), una entidad de las Naciones Unidas que trabaja para combatir el hambre en el mundo.
Dentro de este marco, Rusia ha realizado varias entregas de productos alimenticios básicos a Cuba, incluyendo aceite vegetal, garbanzos y cereales. Estas entregas han sido vitales para aliviar las tensiones generadas por la creciente escasez de alimentos en la isla, exacerbada por la reducción de las importaciones debido a problemas económicos y al embargo estadounidense.
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Recientemente, el régimen cubano, debido a la falta de trigo, se vio obligado a reducir temporalmente el tamaño del pan incluido en la canasta básica familiar. El impacto de esta medida subraya la gravedad de la situación alimentaria en la isla, donde el acceso a productos básicos ha sido limitado. Además, la imposibilidad de realizar pagos puntuales a los proveedores internacionales, debido a las complicaciones bancarias, y otras variables, han dificultado aún más la importación de alimentos y otros suministros esenciales.
A ello sumemos el éxodo, que afecta al país con la reducción de la mano de obra, calificada o no, que le permita producir sus bienes.
Proyectos comerciales y préstamos rusos
Además de la ayuda humanitaria, Coronelli destacó un proyecto comercial significativo en el que una empresa de Novosibirsk está suministrando grano a una planta procesadora de harina en la provincia de Cienfuegos. Hasta el momento, más de 100,000 toneladas de grano han sido enviadas a Cuba en el marco de esta iniciativa, lo que ha ayudado a garantizar un suministro constante de harina en un momento de extrema necesidad.
Este tipo de proyectos forman parte de un esfuerzo mayor por diversificar las formas de apoyo que Rusia proporciona a Cuba, adaptándose a las necesidades del país en el contexto actual. Según Coronelli, en 2024, Rusia otorgó un préstamo de $100 millones a Cuba, de los cuales $80 millones se destinaron a la importación de petróleo, $10 millones a la compra de fertilizantes, y $10 millones más a la adquisición de trigo. Estos préstamos y suministros han sido esenciales para ayudar a la isla a mantener un nivel básico de operación económica.
Historia de cooperación entre Rusia y Cuba
La relación entre Cuba y Rusia tiene profundas raíces históricas que datan de la época de la Guerra Fría. En los años 60, la Unión Soviética se convirtió en el principal aliado económico y militar de la «Cuba revolucionaria», proporcionando miles de millones de dólares en ayuda anual para mantener a flote la economía cubana y contrarrestar los efectos del embargo económico impuesto por Estados Unidos. Este apoyo fue crucial para la supervivencia del régimen cubano en un contexto de creciente presión internacional.
Con la disolución de la URSS en 1991, el apoyo económico a Cuba disminuyó drásticamente, lo que llevó a una de las peores crisis económicas en la historia de la isla, conocida como el Período Especial. Sin embargo, en la última década, especialmente desde 2014, Rusia ha vuelto a estrechar lazos con Cuba, brindando asistencia en sectores clave como la energía y el transporte, y en los últimos cuatro años ha reforzado su cooperación en áreas como el suministro de alimentos y productos básicos; interesada no tanto en «los lazos», sino en conservar su principal punta de lanza geopolítica y militar a solo 90 millas de las costas de los EE.UU.
Desafíos actuales y perspectivas
A pesar del continuo apoyo de Rusia, la situación económica de Cuba sigue siendo crítica. La combinación de una economía débil, la pandemia del COVID-19, el embargo de Estados Unidos y el éxodo migratorio, ha generado un ambiente de profunda escasez. A pesar de estos desafíos, y de la guerra que Rusia lleva a cabo contra Ucrania, Coronelli aseguró que Rusia continuará ayudando a Cuba en el futuro, destacando que ambos países han mantenido una relación cercana durante décadas, basada en la solidaridad y el apoyo mutuo.
El embajador también mencionó la importancia de mantener una estrecha colaboración con organismos internacionales como el PMA para garantizar que la ayuda humanitaria llegue a donde más se necesita. Aunque las dificultades persisten, la relación entre Rusia y Cuba parece estar más fuerte que nunca al menos en papeles, con el compromiso de ambos países de seguir trabajando juntos para enfrentar las adversidades.