¿Casualidades de la vida? ¿Coincidencias del destino? Un migrante cubano que llegó a la Florida en el año 2014 a bordo de una tabla de surf habría intentado comprarle una a Elián López Cabrera, el surfista cubano que enfermo y sobreviviente de cáncer, fue rescatado la semana pasada a unas millas de Islamorada.
La anécdota ni siquiera era recordada por el joven que llegó en el 2014.
«Han pasado ya ocho años, no me acuerdo de eso,» dijo entre risas.
Pero Elián López Cabrera sí que se acuerda, porque las circunstancias fueron extremadamente graciosas.
Todo se reveló en el programa El Espejo, con Juan Manuel Cao en el canal América Tevé, donde compareció el surfista recién llegado. La producción del programa había coordinado una videollamada con Jorge Armando Martínez, residente fuera de Miami, quien también comparecería en el programa para amenizar y debatir sobre la peligrosa travesía que ambos cumplimentaron con 8 años de diferencia.
Sin embargo, allí, en pleno inicio del conversatorio entre ambos, Elián le robó la sorpresa a todos al anunciar que él conocía a Jorge Armando y dijo:
«Tú fuiste a mi casa buscando comprar un equipo de surfing.»
Jorge Armando recordó entonces, en ese momento, que él había estado en el 2013 verdaderamente en Varadero, buscando una tabla de surfing para realizar su sueño: emigrar a los EE.UU.
Solo que aquello parecía más que nada una locura porque, según reveló Elián, Jorge Armando ni siquiera sabía lo básico del surfing. O sea: solo tenía la voluntad.
Así que Elián, en el 2013-2014 lo puso en contacto con alguien para que le vendiese la tabla de surfing a Jorge Armando. Cuando el vendedor llamó a Elián le dijo:
«Oye, ese muchacho lo que quieres es irse en una tabla a vela para los EE.UU.» Elián le comentó:
«Eso es una locura». Luego cuando se enteró que había llegado se asombró más aún, porque Jorge Armando solo había tenido menos de un año para practicar.
Elián López Cabrera emprende la travesía que hizo Jorge Armando 8 años antes
Ocho años después, Elián, con toda la práctica del mundo en el manejo de la tabla de surfing emprendía la locura que Jorge Armando había logrado concretar en el 2014.
Elián dijo ante Juan Manuel Cao que no había garantía de que fuera a salir bien, pero había que intentarlo; y reveló que estuvo más de 36 horas en altamar.
El también buzo narró detalles de su impresionante viaje y confesó que sabía que se jugaba la vida en la peligrosa travesía.
Uf, hay que jugársela», confesó el cubano.
Explicó luego que el oleaje en el Estrecho de la Florida no es parecido al oleaje en la plataforma costera de Cuba donde él llevaba años practicando el surfing.
«El oleaje del Estrecho es totalmente desorganizado, aleatorio. Los navegantes de la zona lo llaman ‘el ramillete’. Cuando me lo dijeron hace unos días enseguida pensé, ‘sé de qué habla este señor’. El agua se mueve de una manera totalmente desorganizada y conlleva a un desgaste mayor», comentó el balsero cubano.
Tras más de 36 horas en altamar, el agotamiento venció a Elián. Era de noche y se quedó dormido. Una de las dos botellas de agua dulce que tenía la perdió esa noche. La otra se rompió.
Despertó con esa mala noticia. Estaba deshidratado, hambriento, tenía temblores y se sentía débil. Y estaba solo en medio del mar.
Justo cuando pensaba que había llegado su fin, su teléfono móvil comenzó a recibir notificaciones.
«Tenía el teléfono colgado del cuello, en un estuche plástico para que no se mojara, y en un momento que estoy navegando empiezan a llegar notificaciones. Eso indica que hay cobertura telefónica y dije ‘bueno, aquí tenemos una posibilidad'», contó a Cao en la entrevista Elián López Cabrera
Aprovechó las pocas fuerzas que le quedaban para llamar a su esposa y su hija y despedirse de ella. Sentía la muerte cercana, pero Dios – y la tecnología – tenían otros planes para él.
Amigos de Miami llamaron a la Guardia Costera. Le dieron el número de Elián. Estos se comunicaron. Triangularon su ubicación en el mar y salieron a buscarlo. Gracias al GPS de su teléfono móvil, López pudo ofrecer las coordenadas exactas de dónde se encontraba y fue rescatado el 24 de marzo de 2022.
López explicó que aunque la dirección del viento era la correcta, su intensidad no, y eso hizo que la tabla no navegase tan rápido sobre el mar. Incluso, hubo momentos en quer debió detener la marcha.
Elián hizo una travesía histórica. Se convierte en uno de los cinco surfistas que han logrado llegar a los EE.UU. a bordo de una tabla de surfing desde Cuba. Solo uno de los 5 ha logrado llegar a la costa sin auxilio.
Elián es, de los cinco, el de más edad. Tiene 48 años de edad y su mérito mayor es que está luchando contra el cáncer que lo aqueja, y que tener cura para él, fue lo que lo alentó a realizar lo que sin dudas es una peligrosa locura.
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