El reguetonero cubano José Manuel Carvajal Zaldívar salió en las redes sociales a hablar sobre lo sucedido en su última detención a manos de la policía del Condado de Miami-Dade, cuando fue detenido con cocaína encima.
A bordo de su auto y risueño como casi siempre que se mete en un problema similar, El Taiger entre risas dijo que «eso» – refiriéndose a la cocaína – no era suyo, sino de un amigo al que se lo tenía guardado y se lo iba a llevar.
«Pregúntenle a ellos mismos, dijo refiriéndose El Taiger a la policía, como si se le pudiera preguntar así como así sobre ese asunto a la policía, si el paquete no estaba intacto».
Como si el paquete intacto, no pudiera abrirse. Posesión es posesión. Esté el paquete abierto o no, y los cargos que se le imputaron no entran en detalles de abertura del paquete o no.
Según sus palabras él no consume eso así, «al pelete», y en un momento de especial relevancia en su verborrea, al hablar sobre la droga conocida como «Perico», dijo:
«El Perico es un componente de los tantos componentes que tiene lo que me gusta a mí». Luego se empezó a reír.
Especialmente significativo fue el momento en el que ahondó, serio, sobre «el asunto», y dijo que de estas cosas él saca enseñanzas.
«Yo no soy de los que digo: «ay, ¿por qué me pasa esto a mí?», sino «¿qué me está enseñando esto a mí?»
A juzgar por las muchas detenciones que ha sufrido el artista en Miami, al parecer o no le han enseñado nada, o él no ha aprendido nada de ellas.
Casi todas las detenciones del artista están relacionadas con lo mismo: posesión de drogas. Ya sea de un tipo o del otro. En la ocasión en que fue visto en la sala de emergencia de un hospital fue debido a una sobredosis.
Incluso la vez que fue detenido robando en una tienda del Westland Mall, en Hialeah, le encontraron encima cientos de pastillas de un medicamento que debido a la cantidad se consideró como «droga».
Al parecer El Taiger no ha razonado sobre lo perjudicial que puede resultar para él, en su proceso de legalización de su status migratorio, todas estas detenciones. Incluso, aunque no sea deportado a la isla – a la que no le preocupa volver – su ciudadanía le pudiera ser denegada o revocada la residencia.
Pero eso, él, al parecer, no lo ha aprendido.
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