El cubano Wilfredo León cargó sobre sus hombros a Polonia este miércoles para llevarla a discutir la final olímpica del voleibol masculino por primera vez desde 1976, tras derrotar 3-2 a la selección de Estados Unidos.
Los polacos necesitaron cuatro match points (15-13 en el quinto set) para quedarse con la victoria en un partido en el que el nacido en Santiago de Cuba, de 31 años, marcó 26 puntos: 22 remates, dos bloqueos y dos pases cada uno.
De acuerdo con lo que puntualizó el reportero Francys Romero, las 26 anotaciones de León ante los norteamericanos representan la mayor cantidad para un juego de semifinales en Olimpiadas desde Beijing 2008, cuando el ruso Maxim Mikhailov logró 31.
En palabras del propio Romero, “no existen paralelos ni comparables en observar el dominio y el triunfo de León dentro de estos Juegos Olímpicos”.
Según resumió Romero, León, casado con una polaca y desde 2019 jugando por Polonia, es “un cubano emigrante que el régimen maltrató”. “Se pensaron superiores a su talento”, acotó sobre el llamado Rey León o The Cuban King.
“Lucharé por el oro”
El rival de los polacos en la disputa por el oro en el voleibol masculino en París 2024, programada para el sábado, será Francia. Mientras, estadounidenses e italianos jugarán el viernes por el bronce.
Según ha declarado León, en estos momentos sueña con poner fin a una sequía de medallas que ha durado 48 años para su país adoptivo y convertirse en campeón olímpico, un título que ganó con el equipo Cuba, pero juvenil.
“Estoy muy contento, pero ahora mismo estamos en una medalla de plata, pero para mí no es suficiente. Lucharé por el oro”, ha dicho a Olympics.com.
A la vez, como León con Polonia, la cubana Melissa Vargas se ha echado encima al equipo de Turquía para llevarlo a la semifinal que discutirá este jueves ante Italia. El primer finalista se conocerá un poco antes, cuando se enfrenten estadounidenses y brasileñas. Los ganadores irán por el oro el domingo y los derrotados, por el bronce el sábado.
La travesía del Rey León
Hay que recordar que, aunque León empezó a jugar voleibol porque el deporte fue el modo que sus padres hallaron para mantenerlo alejado de las calles, con solo 11 años participaba en torneos internacionales como una pieza clave del equipo juvenil nacional de Cuba.
A los 14 años, ascendió al equipo nacional senior y se convirtió en su capitán más joven, con 17.
León, como otros destacados voleibolistas como Yoandi Leal y Robertlandy Simón, integró la denominada “Generación de los Milagros”, que llevó a Cuba a conquistar la medalla de plata en el Campeonato Mundial de 2010.
Dejó Cuba en 2013 para jugar en Rusia y en 2015 obtuvo la ciudanía polaca, pero no fue hasta hace cinco años que pudo empezar a competir representando a Polonia.
Desde entonces, su presencia en el equipo polaco no solo ha sido crucial, sino que también ha oxigenado las esperanzas de una nación que ha vuelto al podio olímpico.
Es conocido por su impresionante velocidad de saque, su poder de salto y sus remates devastadores. En mayo de 2021, logró el saque más rápido jamás visto en la historia de la Liga de Naciones de Voleibol, con una velocidad de 135.6 kilómetros por hora.
