Luego de las amplias muestras de rechazo a la decisión del Buró Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) de remover el pasado martes al joven periodista Armando Franco Senés de su cargo de director de la oficial revista Alma Mater, el Partido Comunista decidió tomar cartas en el asunto y se acercó al profesional, según expresó en su perfil de Twitter Enrique Villuendas Calleyro, funcionario del Departamento Ideológico de la organización política.
Me reuní con Armando Franco Senén, periodista joven y talentoso, quien tiene mucho que aportar. Escuché sus preocupaciones sobre la @AlmaMater_Rev, y le ratifiqué la voluntad del @PartidoPCC de atenderlas. pic.twitter.com/t4sMSi3hds
— Enrique Villuendas (@EVilluendasC) April 28, 2022
“Me reuní con Armando Franco Senén, periodista joven y talentoso, quien tiene mucho que aportar”, escribió Villuendas, detallando que escuchó “sus preocupaciones sobre la revista Alma Mater, y le ratifiqué la voluntad del PCC de atenderlas”, manifestó en el tuit.
La destitución sorpresiva del periodista, aunque este declarara acatar si apelaciones la decisión de sus superiores, provocó la renuncia solidaria de varios de los periodistas de Alma Mater, y diversas muestras de simpatía por parte de cubanos partidarios o no del gobierno de la isla, posicionados de manera común ante lo que se consideraron una injusticia, una cobardía y una hipocrecía de los dirigentes de la UJC, que “castigó” al joven por no matener una línea conservadora apegada a los estándares propagandísticos del periodismo oficial cubano.
Graduado de Periodismo en 2016, Franco Senén comenzó a dirigir Alma Mater tres años después, en 2019, a la par de sus funciones como profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, y buscó sofisticar las maneras de la revista, que busca identificarse con los jóvenes cubanos, dado su origen universitario cuando fuera fundada en 1922, hace exactamente un siglo, por Julio Antonio Mella.
La iniciativa del PCC es un intento por paliar la ardiente situación que se ha suscitado alrededor del hecho, promovida fundamentalmente por partidarios del gobierno, que pudieran comenzar a cambiar sus posturas ante este suceso. Y de la posibilidad de que Armando Franco comience igual a cambiar su perspectiva, como ha sucedido con numerosos periodistas cubanos censurados en los medios oficiales que han terminado colaborando en publicaciones independientes y opositoras.
Armando Franco buscó cubrir además aspectos poco o nada abordados por el resto de los medios oficiales de las manifestaciones del 11J, como los desmanes de las fuerzas policiales represivas que a la orden dada por el mandatario Miguel Díaz-Canel, acometieron diversos actos violentos contra los manifestantes mayormente pacíficos. Alma Mater buscó dar voz a varios estudiantes como Leonardo Romero Negrín, quien recientemente renunció a la carrera de Física que cursaba en la Universidad de La Habana, cuyo umbral está coronado por la icónica escultura del “Alma Mater” de la que tomara su nombre la revista.
La remoción de Franco sucedió justo luego de publicarse una entrevista al Canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla, aunque el texto no es particularmente incómodo ni contestatario, por lo que la decisión no explicada de la UJC pudo estar basada en sus estrategias comunicativas y periodísticas en sentido general.
