Hasta pasadas las 72 horas del fatídico accidente en el Hotel Saratoga, de La Habana, Misael Sánchez esperó ver salir a su padre de los escombros. Conservó la esperanza hasta el último minuto, cuando supo que lograron rescatarlo, pero ya sin vida. La suya ha sido desde entonces otra de las dolorosas historias personas contados tras la explosión del pasado 6 de mayo.
Merodeando los alrededores del hotel hasta la inmediaciones en que les permitían estacionarse a los familiares, viendo desolado la desgracia en que se convirtió el lugar de trabajo de su padre y preguntándose quizás por qué el almacenero del Saratoga no se había quedado hoy en la casa, con su familia. El muchacho no se alejó un instante hasta tener alguna información sobre su padre.
Los dos llevaban el mismo nombre, la víctima del Saratoga tenía 48 años y era uno de los mejores trabajadores de la instalación, según cuentan ahora los homenajes en redes sociales. EL muchacho, con 26 años, es estudiante de medicina, sabía bien que la salud y la vida de su “pa” estarían muy comprometidos. Quizás para el médico que lleva dentro todo estaba casi perdido, las posibilidades de vida eran nulas; sin embargo, para el hijo, cualquier esperanza era posible, incluso si seguían pasando las horas y los días.
Mientras Misael padre se hacía noticia como uno de los desaparecidos en la explosión del 6 de mayo, Misael hijo ocupaba los posts en redes sociales por su fiel espera hasta tres días después del siniestro, cuando los rescatistas dieron con el cadáver del padre. Desde ese entonces no se ha vuelto a tener noticias del muchacho en las redes sociales. Se infiere que ha ido a intentar contener su dolor al lado de su familia y que desde ahora la vida le guarde un giro inesperado y muy doloroso al muchacho que, aunque no pudo volver a ver con vida a su padre, podrá quedarse tranquilo por haberlo esperado hasta el último instante.
Según las declaraciones de bomberos y rescatistas la esperanza de hallar vida en un suceso de esta envergadura se extiende hasta las 96 horas del hecho. No obstante, la destrucción dejada por la explosión en esa instalación turística dejó muy reducidas estas probabilidades. Sin embargo, apreciar los sucesos desde fuera, aunque angustiante, no puede ser medido con el dolor de los familiares, cuyas esperanzas no acabaron hasta que recibieron la mala noticia.
Sobre Misael Sánchez Mantilla, el almacenero del Hotel Saratoga, todo son buenas referencias en redes sociales, incluso desde grupos públicos como “Balboa” o “Guerra en Cuba” se ubican homenajes a su activa participación como usuario y fiel seguidor de la Historia Universal. Al tiempo que sus amigos y familiares comentan sobre sus deseos de vivir y los valores humanos que siempre estaba dispuesto a compartir.
