El Instituto de Información y Comunicación Social en Cuba, como es conocido actualmente el Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) está estudiando de nuevo insertar publicidad en sus canales televisivos, según reveló en exclusiva a Cuballama una fuente que solicitó el anonimato, para compensar una fuerte crisis financiera que ha provocado el impago de salarios durante varios meses.
Según la información recibida, numerosos directores de programas de televisión y sus equipos de realización y producción, no han podido cobrar por sus labores desde hace meses, dado que el antiguo ICRT no dispone de los suficientes fondos para efectuar el pago. El Estado cubano no ha podido compensar este déficit presupuestario.
Hace menos de cinco años, cuando se elevaron por primera vez los montos salariales en Cuba, los trabajadores de esta entidad vieron mermados sus pagos extras por “llamado”, en los que residía para muchos la verdadera ganancia, no suplida con el incremento del salario mínimo.
Estos pagos se efectúan a partir de un sistema de clasificación que jerarquiza la relevancia de los programas a través de un sistema de puntos. A más puntos, más alto el pago de camarógrafos, sonidistas, editores, luminotécnicos, directores, guionistas.
Al incrementarse los salarios repentinamente, y a mitad de año, sufrió el presupuesto del ICRT que no se vio aumentado, sino que tuvo que reconfigurar sus cuentas para pagar los nuevos salarios a costa de los otros pagos que disminuyeron. Las clasificaciones de muchos programas bajaron drásticamente, reduciendo los ingresos de los realizadores.
Esta situación ha ido empeorando, llegando a una situación casi absurda, donde a mayores salarios, menos ganancias. Las arcas del gobierno no parecen dar abasto para satisfacer las necesidades presupuestarias del antiguo ICRT y se ha desencadenado la crisis casi insoluble.
La solución que se avizora para la institución es la de “autofianciarse” derogando la orden expresa que décadas atrás impartiera Fidel Castro de prohibir cualquier tipo de publicidad en los medios de comunicación. En los años noventa, se intentó discretamente insertar anuncios comerciales en transmisiones deportivas, pero por corto tiempo, a la par de que varios eventos en Cuba como el Festival de Cine de La Habana se abrían al patrocinio e insertaban publicidad en sus medios de divulgación propios. Hasta en las papeletas de los cines.
En 2015 se valoró esta opción sin llegar a ninguna decisión concreta, pero ahora, con el surgimiento de las “Mipymes” (Micros, pequeñas y medianas empresas autorizadas por el gobierno), la iniciativa está más cercana a producirse por las necesidades de promoción que tienen estas entidades privadas para su éxito, y por la que podrían pagar cifras decisivas para que el antiguo ICRT palie la presente crisis.