El hundimiento de la producción agropecuaria en Cuba: Un panorama desolador

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La agricultura cubana atraviesa su peor momento histórico, según revelan los datos oficiales del Anuario Estadístico de 2023, que dibujan un escenario de destrucción productiva sin precedentes. El desplome de la producción de alimentos básicos amenaza la seguridad alimentaria de la isla, con cifras que reflejan un descalabro económico casi total.

La carne de cerdo lidera esta devastadora estadística, con un hundimiento del 93,2% en apenas un año. De los 2.677.000 animales existentes en 2019, solo quedan 116.500, lo que representa una pérdida dramática que compromete directamente la dieta de los cubanos.

Pero el problema no se limita al sector porcino. La producción de arroz cayó un 59,1%, mientras que las viandas descendieron un 44%. Los huevos experimentaron una reducción del 43%, la leche de vaca un 37,6%, y los frijoles un 29,5%. Ningún renglón productivo escapa a esta debacle.

Los datos revelan una paradoja significativa: mientras el Estado mantiene la propiedad mayoritaria de la tierra, el sector privado emerge como el único motor productivo. Los números son contundentes: el sector privado genera el 92% de las frutas, el 87% de los cítricos y el 82% del plátano y las viandas.

El economista Pedro Monreal, citado por el diario 14ymedio ha calificado esta situación como una «señora crisis de seguridad alimentaria», subrayando que la realidad podría ser incluso peor de lo que reflejan las estadísticas oficiales. Las autoridades cubanas admiten parcialmente el desastre, con el ministro de Agricultura reconociendo públicamente la caída del 62% de las gallinas y el 72% de los cerdos en los últimos cuatro años.

La producción de otros rubros tradicionales muestra un declive igualmente alarmante. El plátano pasó de 1.036.176 toneladas a solo 438.125. Los cereales se desplomaron de 702.147 a 208.685 toneladas. El arroz, alimento básico en la dieta cubana, cayó dramáticamente de 426.228 a 58.766 toneladas.

El sector ganadero no escapa a esta realidad. El hato bovino se redujo de 312.900 a 217.000 cabezas, con una caída en la producción de leche de 512.000 a 230.800 toneladas. La producción de huevos se desplomó de 196.020.000 a 94.410.000 unidades.

Incluso rubros tradicionalmente protegidos como el tabaco muestran un descenso significativo, pasando de 28.584 a 12.248 toneladas en cinco años. La producción pesquera no es diferente: de 45.654 toneladas a solo 26.239, con caídas en productos como la langosta y el camarón.

Los analistas señalan que esta crisis no es casual, sino resultado de una política agrícola centrada en el control burocrático y no en la liberación de las fuerzas productivas. La obstinación ideológica del gobierno cubano parece estar destruyendo sistemáticamente su capacidad alimentaria.

La situación actual evidencia un colapso productivo que compromete directamente la alimentación de la población cubana, con perspectivas que apuntan a un agravamiento de la crisis en los próximos años si no se realizan cambios estructurales fundamentales.

con información además de Diario de Cuba.

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