En la Cuba actual, el huevo se ha convertido en un símbolo de desesperación y necesidad. Dos historias recientes, ampliamente compartidas en las redes sociales, reflejan la profunda crisis alimentaria que vive el país y la desesperación de sus ciudadanos.
La primera historia proviene de un post en Facebook, donde un usuario relata un encuentro con un padre desesperado. Era tarde, pasadas las 10 de la noche, cuando este padre se asomó a la ventana del usuario, con lágrimas en los ojos, pidiendo un favor:
«Véndeme un huevo para mi hijo. Te lo pago cuando pueda», le dijo.
El usuario, conmovido por la desesperación del padre, corrió a buscar un huevo y se lo regaló. El padre regresó a su hogar, con la esperanza de poder ofrecerle a su hijo un simple huevo frito, un lujo en la Cuba de hoy.
La segunda historia es una imagen que ha circulado ampliamente en las redes sociales. En ella, se ve a un anciano con una carretilla, sentado en un parque, sosteniendo un cartel en el que se señala que ofrece cambiar su teléfono fijo por un cartón de huevos.
Esta imagen es un testimonio desgarrador de la situación en la que se encuentran muchos cubanos, dispuestos a renunciar a sus posesiones más valiosas por un bien básico y esencial.
El precio del cartón de huevos en Cuba ha alcanzado los 3000 CUP, una cifra inalcanzable para muchos. Pero más allá del precio, la escasez es el verdadero problema. Los estantes de las tiendas están vacíos y la desesperación crece entre la población.
«Tiene el mismo precio que hace 13 años, lo que multiplicado por 100,» dijo a Cuballama un ex bodeguero de la provincia de Cienfuegos y actualmente funcionario de la Gastronomía Local, bajo condición de anonimato.
Estas dos historias, aunque conmovedoras, son solo una pequeña muestra de la realidad que viven millones de cubanos todos los días. La crisis alimentaria en Cuba no muestra signos de mejora, y no hay indicios de un cambio político o económico que pueda aliviar la situación en el corto plazo.
Las matemáticas no fallan cuando de huevos y frijoles se trata. Un simple huevo puede costar 100 pesos, a la par que un frijol puede llegar a costar un CUP, pues la libra ya está sobre los 600 pesos, sea del tipo que sea.
Mientras tanto, los cubanos continúan luchando, buscando formas de sobrevivir y apoyarse mutuamente en estos tiempos difíciles, incluso apelando al humor.
Tal es el caso de un video que circula actualmente por las redes donde un joven cubano hace una elegía al huevo, destacando cómo este ha sobrevivido a todo y se ha adaptado a los tiempos modernos; a la vez que pide a quienes le ven que «sean humildes como el huevo».
«Si yo siempre se lo digo, ustedes sean humildes, no maltraten a las persones. Miren el huevo, costaba un peso antes y ahora 100,» dijo mientras pedía «un aplauso para el huevo que se superó».
«El huevo, añadió, nunca dejó de confiar en él; así lo hicieran tortilla, lo hicieran revoltillo, así se lo tiraran a los cantantes, así se explotaran en la calle, el huevo nunca dejó
de confiar en él. Sean humildes y luchen por su sueño (…) Se acabó el relajo del merenguito, se acabó la gracia de saca la claras para echármela en los pelos, o el relajo de «limpiate con huevo» (…) Se acabó el relajo ese. ¿Vieron señoras que sí se puede? ¿Vieron que hay que empoderarse?», añadía el joven en medio de su catársis humorística.
El Chardo Hernández, tal y cómo se identifica el joven publicó este video, que a pesar de lo triste de la situación con el huevo y los huevos en Cuba, a más de uno le ha sacado una carcajada.
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