Esta es una historia, compuesta a su vez por tres historias de valor y emprendimiento.
La vida de los migrantes cubanos que salen de forma presuntamente definitiva del país hacia cualquier otro lugar en el extranjero está marcada siempre por la búsqueda de oportunidades, el amor y la resiliencia. Esta noticia presenta tres historias distintas que ilustran la diversidad de experiencias de los cubanos en el extranjero.
Recientemente descubrimos una entrevista hecha en las calles de Madrid, por un tiktoker que encontró a un cubano en España. En la entrevista, el tiktoker se asombra porque, afirma, la mayoría de los cubanos se va a los Estados Unidos, y quiso conocer porqué este cubano emigró hacia Europa.
En la conversación entre el tiktoker y el cubano, conocemos la historia de un joven que se trasladó a España por amor.
En el intercambio, discuten las diferencias culturales, el choque de sinceridad europea con la calidez latinoamericana y cómo el amor le enseñó a vivir en libertad.
El joven cubano, que se mudó a España hace dos años, dijo haber encontrado en Madrid un hogar, destacando que la adaptación a una nueva cultura fue facilitada por el amor y el respeto mutuo en su relación.
Por otro lado y vía TV Chiapas conocimos la historia de Leonel Vega Díaz, uno de los tantos migrantes cubanos en Tapachula, México. Leonel, buscando cómo sostenerse mientras esperaba, tal vez, por papeles para continuar su camino hacia la frontera con EE.UU., abrió su propio negocio de telefonía celular y accesorios.
Huyendo de Cuba, Leonel encontró en México un lugar seguro donde trabajar y vivir libremente. Su testimonio, resalta cómo, a pesar de las dificultades iniciales, la constancia y la fe pueden llevar al éxito.
La tercera historia relacionada con los migrantes cubanos no es tan feliz. La conocimos hace apenas unas horas gracias a un post publicado en Facebook por el internauta Radamé Hernandez.
Radamé comparte las vivencias de Yosvel, un antiguo compañero de la Secundaria Básica en Cuba, que llegó a Las Vegas con el sueño de prosperar. Demostrando gran valentía, Yosvel salió a las calles con un cartel en inglés y español, buscando trabajo.
«¡Atención comunidad de Las Vegas!
Hoy quiero compartir con ustedes la historia de un amigo muy especial, alguien que encarna el espíritu emprendedor y la determinación de hacer que las cosas sucedan. Se trata de Yosvel un compañero de estudios de la Secundaria Básica en Cuba, quien recientemente llegó a Las Vegas con grandes sueños y una voluntad inquebrantable.
En lugar de quedarse de brazos cruzados esperando que las oportunidades toquen a su puerta, Yosvel ha tomado la iniciativa de salir a las calles con un cartel en inglés y español, pidiendo humildemente ayuda para encontrar trabajo. Su número de teléfono es 725-287-7275.
Imaginen la valentía y determinación que se necesita para dar ese paso, para ponerse ahí afuera y pedir una oportunidad. Es admirable ver a alguien dispuesto a trabajar arduamente y hacer lo que sea necesario para construir un futuro mejor.
Así que aquí estoy, extendiendo una invitación a nuestra comunidad: si tienes alguna oportunidad laboral disponible, sin importar cuán pequeña pueda parecer, te pido que consideres llamar a Yosvel. Cada gesto de apoyo cuenta, y puede marcar la diferencia en la vida de alguien que está luchando por labrarse un camino en un nuevo lugar.
Recordemos que la empatía y la solidaridad son los pilares de una comunidad fuerte y compasiva. Seamos el tipo de comunidad que se levanta unos a otros, que ofrece una mano amiga cuando más se necesita.
Por favor, comparte este mensaje y ayuda a difundir la palabra. Juntos, podemos hacer una diferencia en la vida de Yosvel y demostrar que en Las Vegas, la ayuda y la oportunidad están al alcance de todos.
¡Gracias por tu atención y apoyo!», concluyó.
Estas tres historias reflejan la diversidad de experiencias de los cubanos en el extranjero. Cada una de ellas nos muestra cómo, a través del amor, la determinación y el emprendimiento, los cubanos han logrado superar obstáculos y construir vidas exitosas en tierras extranjeras; o como en el caso de Yosvel, dar los primeros pasos para construirlo.
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