El presidente de la Duma estatal rusa Viacheslav Volodin declaró este sábado que durante su visita a la isla, el gobierno de Cuba se unió a Putin y reconoció a las repúblicas de Donetsk y Lugansk.
No se sabe si la noticia tomó por sorpresa a las autoridades de la isla o el tema fue tratado en el encuentro sostenido entre el mandatario cubano Miguel Díaz-Canel y el dirigente ruso en La Habana.
La víspera el gobierno cubano reiteró su postura de apoyo a Rusia en relación al conflicto con su vecino Ucrania, aunque en el texto no hay menciones a los territorios separatistas de la región del Donbas.
La culpa del conflicto la tienen Estados Unidos y la OTAN, dice la declaración del gobierno cubano, y añade que “Rusia tiene derecho a defenderse. No es posible conseguir la paz cercando ni acorralando a los Estados”.
Las autoridades cubanas habían recibido una ola de críticas desde inicios de 2021, cuando se mantuvo en silencio tras declaraciones de un alto funcionario del gobierno ruso que no descartó desplegar tropas y material bélico en la isla.
Algunos internautas opinaron que Cuba parece volver a moverse como un satélite a las órdenes de Moscú, y la postura fijada por sus autoridades tras la invasión de ordenada por Vladimir Putin a Ucrania confirman esos miedos.
Al mandatario ruso le fallaron los cálculos y arrastró con él a sus aliados de Latinoamérica (Venezuela, Nicaragua y Cuba), que han quedado en evidencia para el concierto de naciones.
Putin había ordenado una “operación militar especial” con el objetivo de “desmilitarizar y desnazificar” a su país vecino —según dijo en un discurso que marcó la pauta a sus medios de propaganda. Pero la realidad fue otra.
El ejercito ruso emprendió una campaña de invasión que se extiende a casi todo el territorio ucraniano, con medios de combate marítimos y terrestres acompañados por su aviación. Una guerra de conquista a la altura de los sueños imperiales de Putin.
Pero el temido presidente se convirtió de inmediato en el tipo odiado, el abusador de su vecino más pequeño, que además se ha defendido en todos los frentes y ha resistido varias jornadas de enfrentamientos. Al exKGB ahora al frente de uno de los ejércitos más poderosos del mundo le ha plantado cara un David inesperado, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski.
Hasta ahora las fuerzas rusas no han logrado tomar ninguna ciudad de importancia en Ucrania.
Sus ataques han sido repelidos en Kiev, Kharkiv, Odessa, Mariupol y al frente de la resistencia, implicado en la defensa de la capital, Zelenski, ha mostrado una capacidad de liderazgo que inspirada a sus tropas a seguir peleando contra el invasor.
Entre tanto, la moral del ejército ruso está por el piso; el rechazo a la guerra gana cada vez mas fuerza en las ciudades rusas a medida que pasan los días y la propaganda de Putin se vuelve insostenible.
El resultado para el gobierno de Cuba no podía ser peor, ya que quedó empantanado del lado de Putin y está demasiado compromiso con su aliado como para a estas alturas rechazar su injusta guerra.
Para colmo, los expertos coinciden en que las profundas sanciones aprobadas por Estados Unidos y la Unión Europea contra Rusia este fin de semana, que incluyen el bloqueo de las operaciones internacionales de su Banco Central y la desconexión de sus principales entidades bancarias del sistema Swift, repercutirán directamente en la ya desgastada economía cubana.
