Buenas nuevas para los cubanos varados en México: ya fueron aprobados los primeros permisos de viaje a Estados Unidos bajo el nuevo programa de parole humanitario con patrocinador, confirmó un beneficiado al periodista Mario J. Pentón.
En su canal de YouTube, Pentón compartió el testimonio de un joven cubano que aplicó al programa el 11 de enero, y dos días después ya tenía su permiso para viajar a Estados Unidos. “Se pasa trabajo para llenar la aplicación, pero se puede. No dejen de intentarlo”, afirma el joven, que no se identifica en cámara.
Tras alertar las estafas que están proliferando, con cobros de hasta 500 dólares por aplicaciones falsas, Pentón compartió otro video con un residente en Miami que aplicó para patrocinar a dos personas en Cuba, y en pocos días ya los favorecidos tenían su parole. “Estoy muy feliz”, dijo.
La transmisión incluyó un video presuntamente filmado en San Agustín, La Lisa, que muestra una larga fila de personas esperando para sacar su pasaporte: “Los cubanos están votando con los pies”, reflexionó Pentón.
Las personas que reciben el permiso humanitario pueden sacar sus pasajes y volar a Estados Unidos dentro de un plazo no mayor a los 90 días, y cuando llegan son entrevistados por oficiales de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, siglas en inglés), quienes tienen la potestad de otorgar el parole a discreción.
Para aplicar al nuevo proceso, los cubanos deben conseguir un patrocinador que demuestre solvencia económica para asistir al beneficiario del parole durante dos años.
El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS) explicó que, para ser elegible como patrocinador, la persona en Estados Unidos debe tener ingresos brutos anuales suficientes para hacerse cargo de quienes reciban el parole, o en su defecto mostrar certificados de propiedad, cuentas bancarias o activos.
Según expertos, los cubanos que reciban el parole podrán aplicar para la residencia permanente al año y un día de llegar a Estados Unidos, pero si deciden regresar antes a la isla perderán el permiso de entrada al país norteamericano.
La medida fue aprobada por la administración del presidente Joe Biden el pasado 5 de enero, con el propósito de frenar la migración irregular en la frontera sur de Estados Unidos. Quienes lleguen actualmente corren el riesgo de ser deportados en virtud del Título 42.
