A través de la red social de Twitter, donde cuenta con palomita de verificación y todo, con 23 mil 400 seguidores, el tuitero Norges Rodríguez arremetió duramente contra algunos de los corresponsales de prensa extranjeros radicados en Cuba. Contra los más notorios: Patrick Oppmann (CNN), Andrea Rodríguez (AP) y Katell Aviben (AFP)
Y no, no es la primera vez que el tuitero cubano, gestor de plataformas dentro del periodismo cubano independiente, arremete contra ellos por la labor pálida – periodísticamente hablando – que realizan en Cuba. Tampoco es la primera vez que los corresponsales de prensa extranjeros en Cuba son fuertemente criticados en la isla por andar en cuestiones ajenas al periodismo; o por estar informando «historias paralelas».
Hace más de una década se le quejaron incluso a Fidel Castro los corresponsales de prensa extranjeros en Cuba. Le dijeron que ellos no podían hacer bien su trabajo. Que no los dejaban. Fidel les preguntó que quién. Ellos le dijeron. Fidel «orientó» que eso no podía ser así, que los tenían que dejar hacer su trabajo.
Supuestamente el asunto quedó aclarado esa noche, pero al otro día los reporteros fueron citados para decirles, prácticamente, que se olvidaran de lo que les había prometido Fidel.
Dicho de otra manera: la presencia de corresponsales de prensa extranjeros radicados en Cuba y lo que reportan al mundo, está regida por el Gran Hermano.
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Pero, acaso, ¿no conviene tener un mínimo de decencia y decoro y decir, como ha hecho EFE, que si no los dejan hacer periodismo se irán de Cuba?
«Si no podemos ejercer libremente el periodismo, no podemos hacer más», cita la agencia Europa Press las palabras dichas hace apenas unas horas por la presidenta de la Agencia EFE, Gabriela Cañas.
La funcionaria declaró que se están planteado seriamente su permanencia en la isla, pues desde el pasado mes de noviembre no han podido recuperar aún las acreditaciones que le fueron quitadas a algunos de sus periodistas y fotógrafos para trabajar dentro de la isla.
Durante su participación en un desayuno informativo que protagonizó este miércoles, organizado por el Foro de la Nueva Comunicación, en el Casino de Madrid, la funcionaria dijo que «desgraciadamente» no se han resuelto los problemas para la agencia en la Habana.
«Nos están echando de Cuba», declaró la presidenta de la agencia, y aseguró que con los periodistas que tienen en Cuba, no pueden ofrecer un servicio de prensa eficiente y apegado a la verdad objetiva de los hechos, lo cual «es muy penoso».
Pero, si EFE dice que se va, nada han dicho CNN, AP ni AFP. De esta última, es Ramón Espinosa, el fotógrafo que el pasado mes de julio agentes del orden golpearon e hirieron en la cabeza.
Disidentes, periodistas y activistas también llevan días pidiéndole a los corresponsales de prensa extranjeros radicados en Cuba que cubran los juicios políticos a los manifestantes del 11 de julio. Más de un post en Facebook y en Twitter los azota por la inacción.
La verdad es que es así y ninguno podrá rebatir la crítica.
La verdad es dura y cruel. Y quien mejor la ha resumido ha sido Norges Rodríguez, quien de manera indirecta los llamó mediocres, al comparar a los corresponsales de prensa extranjeros en Cuba con los oficialistas manejados por el gobierno.
«Si no van a hacer periodismo… lo mejor es que se vayan. Hacer propaganda y mirar “a otro lado” para conservar una oficina en La Habana no nos ayuda en nada. Para eso ya están Granma y Cubadebate. Esto va para todos (@tellka@ARodriguezAP@CNN_Oppmann),» tuiteó Norge y no existe mayor ofensa que esa.
Que te comparen con Granma y Cubadebate es para, cómo mínimo, decir que van a hacer lo mismo que se está planteando EFE. Recoger los tiliches y largarse de Cuba.
Si no van a informar, si no van a hacer ese contrapeso informativo que tanto necesitan los cubanos y tanto necesitan los extranjeros para conocer la realidad en Cuba, miren, «no los queremos, no los necesitamos».
