Tras semanas de angustias y espera, en la que muchos ciudadanos residentes en los Estados Unidos estuvieron involucrados, en el estado del sol, Florida, dos personas supuestamente estarán lamentando durante años, quizás por toda su vida, haberse convertido en millonarios después del último sorteo del Powerball, pues estos floridanos acertaron en todos los números, pero no lograron acertar con la ansiada bola del Powerball que es la que de verdad lo significa todo.
La omisión de la bola del Powerball les costó a estos floridanos la oportunidad de llevarse el premio mayor, un detalle que, aunque agridulce, probablemente lamentarán durante mucho tiempo.
El premio mayor, que había alcanzado una suma vertiginosa de 1730 millones de dólares, finalmente encontró su destino en California, donde un único boleto ganó el gran premio, dejando a dos personas en la Florida, cada uno con un millón más desde la noche anterior, pero con el lógico lamento de quien, en lugar de marcar la bola 10, marcó cualquier otra. Y si marcó la 9, o el 11, el dolor seguramente será mayor (lo digo por experiencia propia).
Sin embargo, aunque estos dos residentes de Florida no lograron llevarse el premio mayor, no todo está perdido para ellos, ya que de todas maneras se unieron al club de los millonarios. Podrán cambiar de auto, remodelar la casa e incluso, comprarse una nueva. Si tienen hijos, les darán un dinero para la Universidad y, ¡apuéstenlo!, lo celebrarán; muy probablemente realizando un viaje deseado durante largo tiempo. De igual modo podrán pagar las deudas y pagar también, con creces, todo el dinero que en su vida habían gastado en el Powerball.
Estos floridanos acertaron las cinco bolas blancas, lo que les valió un premio de un millón de dólares cada uno, una suma que sin duda cambiará sus vidas. Tampoco marcaron el Powerplay, lo cual les hubiese dado un millón de dólares adicionales.
Mientras tanto, en California, lo que se sabe del afortunado ganador del gran premio, es que compró su boleto en una tienda de licores local.
Las dueñas de la tienda, dos hermanas que han estado dirigiendo el negocio durante años, se encontraron celebrando no solo la buena fortuna del ganador sino también la suya propia. Por haber vendido el boleto ganador, la tienda recibió una comisión de un millón de dólares, lo que provocó una celebración eufórica. Las hermanas, emocionadas y agradecidas, planean usar el dinero para renovar su tienda y posiblemente expandir su negocio, dijeron a CNN.
Este sorteo del Powerball ha sido uno de los más emocionantes en la historia reciente, no solo por el tamaño del premio mayor sino también por las historias personales de aquellos «afectados por él». Desde los nuevos millonarios en Florida hasta las dueñas de la tienda de licores en California, el sorteo ha cambiado vidas y capturado la imaginación de personas en todo el país.
Para Vivian, una cubana residente en el SW de Miami, fue la confirmación de que «nadie que uno conozca se gana el premio», y afirma que, como casi siempre, «el premio se lo gana alguien de California». Con ella no valen explicaciones de que, como California tiene muchísimos más habitantes que la Florida, 39,51 vs 21,48 según el último censo, las probabilidades de que alguien por allá hubiese acertado eran mayores. Para ella, simplemente, el Powerball es una estafa, pero semana tras semana, continúa jugándose su numerito.
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