El vocero sanitario del régimen cubano, el doctor Francisco Durán, ha comparecido una vez más en la Televisión Nacional para abordar no solo el tema del Virus de Oropouche y su presencia en el país, sino también del dengue.
Ataviado como de costumbre, con su bata blanca característica, y con la voz calma y peculiar que conocen todos los cubanos hasta de oídas, el doctor Francisco Durán fue en esta ocasión más sincero que otras, como resultado de una afirmación hecha: el Virus del Oropouche está diseminado por todo el país, y la situación epidemiológica que atraviesa la nación caribeña es compleja; pero también el dengue está dando jan desde Oriente hasta Occidente.
Resumiendo: no hay recursos para hacer una campaña de fumigación masiva; no hay medicamentos adecuados; escasea el agua, que permitiría una mejor hidratación del afectado; y la falta de recursos golpea la recogida de basura, lo que provoca a su vez la existencia de vertederos por todas las ciudades.
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Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), reconoció sin cortapisas que las tasas de incidencia de casos sospechosos tanto de dengue como de virus del Oropouche están en aumento, y de sus palabras se desprende que la situación sanitaria con ambas enfermedades, continúa empeorando.
«Ya es casi endémico», dijo Francisco Durán García sobre el dengue.
Como siempre, insistió en la necesidad de que cualquier persona que presente síntomas tales como dolor de cabeza, dolor articular, vómitos, diarreas o fiebre, acuda al médico de inmediato ya que los síntomas de dengue y oropouche se parecen, pero el dengue puede evolucionar hacia cuadros clínicos graves que ponen en riesgo la vida de los pacientes.
Sin embargo, hay una gran cantidad de cubanos que no van a los hospitales para evitar contagiarse con una enfermedad más peligrosa. Aquellos que «creen» que tienen Oropouche, a sabiendas de que no es una enfermedad mortal, desisten de ir a los hospitales para evitar ser contagiados con el dengue, que sí es mortífera.
La realidad más monda y lironda es esta: la falta de insumos médicos y las pésimas condiciones de higiene continúan siendo un caldo de cultivo para la proliferación de enfermedades transmitidas por mosquitos.
Eliminar los criaderos de mosquitos y a mejorar el saneamiento del entorno resulta insuficiente no solo en las provincias más afectadas con el Oropouche que son, Pinar del Río, Artemisa, La Habana, Sancti Spíritus y el municipio especial Isla de la Juventud. No, en un país donde la falta de agua potable es sistemática y compleja, a la que se suma la escasez de productos de higiene, cualquier esfuerzo de prevención resulta extremadamente complicado; cuando menos, imposible de realizar.
El portal de noticias Cubanet recogió por su parte declaraciones de Roberto Serrano, un médico residente en Santiago de Cuba, específicamente en el municipio de Songo-La Maya, quien reconoció que los críticos niveles de sanidad complejizan el panorama.
“No hay ningún territorio de este país que escape a esta situación deplorable. Esta zona (Songo-La Maya) es igual que todas, porque en todas las ciudades, en las periferias, los desechos sólidos y líquidos no tienen un destino final”.
El galeno señaló que son numerosos los pacientes que contraen el virus de Oropouche y, como no genera inmunidad, luego lo vuelven a contraer.
“Cuando no se cambian las condiciones sanitarias, cuando todo se mantiene, los pacientes hacen recaída, hacen recurrencia (…) Hay pacientes que refieren inclusive alrededor de 6 y 7 recaídas, que no es lo común, por ejemplo en el dengue ni en otro tipo de virus”, destacó.
De este último señaló:
“(…) apareció y nunca más lo hemos podido erradicar porque simplemente cada día hay más mosquitos. No hay manera de que eso se pueda erradicar”, dijo.
Al referirse al Oropouche expresó:
“Este tipo de virus no produce la muerte directamente, pero indirectamente sí la puede producir. Aquí, por ejemplo, en Cuba hay muchos pacientes sujetos a condiciones extremas en cuanto a alimentación, en cuanto a la carencia de medicamentos y de todo tipo. En este país la situación en sentido general está muy depauperada.
Añadió que el Oropouche da «diarreas importantes, vómitos importantes» y precisó que cuando un paciente desde el punto de vista inmunológico está deprimido, «puede morir».
«No es la causa directa la infección del virus,pero sí puede ser secundariamente porque la sintomatología se puede agravar y puede llegar hasta la muerte”. Probablemente existan pacientes que hayan muerto secundariamente por esto”, indicó.
“Cuando tú no tienes lo elemental para combatir ningún tipo de enfermedad no se puede avanzar. Otros médicos en países tropicales dicen que todos estos virus son virus de temporada y que con una vacuna antiviral se contrarrestan y el paciente evoluciona en pocos días”, acotó, mientras señalaba que en el país, «las farmacias, los hospitales, los policlínicos están desprovistos de lo mínimo indispensable para tratar cualquier patología.»
«Para cualquier patología no hay antipiréticos, no hay nada”, precisó.
El galeno dijo que no existen vacunas «para este tipo de enfermedades».
«No hay ninguna, ni siquiera para los adultos ni para los niños. No hay ninguna vacuna para el dengue”, pero igual sucede con el Oropouche.
Para ese y el otro, para el Oropouche y el Dengue, lo ideal es tener una sanidad adecuada, algo que NO EXISTE en Cuba.