“Vagos, desvinculados y manipulados”. Así se refirió el mandatario cubano Miguel Mario Díaz-Canel a los musicalísimos manifestantes que, cazuela en una mano y cuchara en la otra, o sin nada, han salido recientemente a las calles a mostrar su descontento por la precaria situación en la que se encuentran viviendo. El líder cubano otra vez volvió a errar el tiro, y otra vez los ofendió y criminalizó, pues antes los había llamado “indecentes” y “vulgares”.
En algún momento, el líder comunista los había llamado «confundidos», pero eso fue con relación a los que protestaron el 11 de julio y a quienes él mismo, no otro, mandó a combatir.
Ahora, durante su discurso este miércoles en el Pleno Extraordinario de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), les declaró «su amor» al llamarlos personas “vagas” y fáciles de manipular.
También dijo que, esos que enfrentan apagones constantes y penurias alimenticias; esos que no tienen medicamentos para curarse; y en general todos a los que les falta el suministro eléctrico de manera regular, son – o estarían pagados por el enemigo eterno: los Estados Unidos.
Diaz-Canel dijo que existe “una enorme programa de subvención política e ideológica desde centros de poder de EEUU”; que usan “a vagos, personas desvinculadas del estudio y el trabajo [y] manipulan mujeres con niños que acuden a estas expresiones”, al referirse a las personas que han estado saliendo a la calle a sonar sus calderos vacíos o a bloquear las calles en señal de protesta por la mala situación en que viven.
La retórica oficial ofrecida por Díaz-Canel vuelve a dirigirse hacia el blanco que al oficialismo le es más conveniente.
El mandatario intentó ocultar una vez más la verdadera naturaleza de las protestas, nacidas como una muestra legítima de descontento y desesperanza ante las adversas condiciones de vida; una situación que no solo ha impulsado a los cubanos a salir a la calle a protestar, sino que ha empujado a cientos de miles a tomar un avión y largarse hacia Nicaragua, para de allí continuar camino hacia México y cruzar finalmente la frontera que este país tiene con los EE.UU.
“Se trata de fomentar expresiones y manifestaciones públicas usando barricadas, con el concepto de que el pueblo está enfrentando al Gobierno, de que los humildes están enfrentando a un Gobierno que no es revolucionario”, dijo en otra parte de su discurso para luego señalar que esas personas «tratan de presentar como que el país está ingobernado, que hay desconfianza en el sistema, que somos un Estado fallido, se busca el asesinato de la reputación de nuestras instituciones y de nuestros dirigentes”.
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