El mandatario cubano Miguel Díaz-Canel salió mal parado en una encuesta realizada por la consultora internacional Ipsos a líderes de opinión de una docena de países de Latinoamérica, que calificaron el desempeño de varios mandatarios de la región.
Con apenas el 14 % de aprobación, Díaz-Canel fue el penúltimo peor ubicado en el listado de presidentes, sólo por delante de su homólogo venezolano Nicolás Maduro, cuya gestión frente al gobierno obtuvo el 5% de votos favorables.
El resto de los mandatarios con baja calificación fueron Pedro Castillo de Perú (15%) y Alberto Fernández de Argentina (19%).
“Coincidentemente, estos países tienen la peor evaluación económica y la peor expectativa sobre la inflación. Los dos primeros son considerados, además, regímenes autoritarios”, subraya la encuestadora.
La otra cara de la moneda la ocuparon Luis Alberto Lacalle Pou, de Uruguay, con una aprobación del 74%, el mandatario chileno Gabriel Boric (49%) y el expresidente colombiano Iván Duque (40%).
Para los 297 líderes de opinión encuestados, entre los que no aparece ningún cubano, “los principales desafíos que deberá afrontar Latinoamérica en los próximos 18 meses están relacionados con la economía”, indica Ipsos, y detalla que el 64% de ellos mencionó al crecimiento económico y la generación de empleo como aspectos importantes a tener en cuenta, mientras el 56% señaló la necesidad de “reducir la inflación y estabilizar la economía”.
En 2019, un seguidor del gobierno cubano realizó una encuesta en Twitter para demostrar el apoyo del pueblo a la gestión del presidente Díaz-Canel pero horas después borró la publicación cuando sólo el 26% de los participantes aprobó su gestión.
De 1855 encuestados hasta ese momento, el 76% votó en contra del desempeño del sucesor de Raúl Castro al frente del gobierno cubano, mientras que el 7% refirió que “podría ser mejor”, según reseñaron medios independientes en la isla.
Ese mismo año, la encuesta de Ipsos a líderes de opinión en Latinoamérica mostraba que el índice de aprobación del mandatario cubano era del 18%, lo que le situaba igualmente en la segunda peor posición entre los presidentes de la región, otra vez sólo por delante de su par venezolano.
