El presidente cubano Miguel Díaz-Canel reconoció que las personas que no trabajan viven en mejores condiciones económicas y pidió desarrollar “un enfrentamiento contra ilegales, pillos, lumpen, vagos y corruptos”.
Durante una reunión del Consejo de Ministros, el mandatario dijo que no se puede permitir que “quienes no trabajan, no aportan y están en la ilegalidad, ganen más y tengan más posibilidades para vivir que los que realmente aportan; ahí estamos al revés, estamos rompiendo los conceptos del socialismo”.
De acuerdo con un reporte del medio estatal Cubadebate, el Primer Ministro Manuel Marrero presentó ante los miembros del ejecutivo, un documento con directivas generales para la prevención y enfrentamiento al delito, la corrupción, las ilegalidades y las indisciplinas sociales.
Aunque la fuente no ofrece detalles sobre el texto, todo parece indicar que el gobierno ha decidido cargar nuevamente contra los revendedores y trabajadores privados a quienes culpa del alza de los precios.
“Está demostrado que muchos delitos, ilegalidades y manifestaciones de corrupción existen porque hay causas que los favorecen”, señaló Díaz-Canel aunque no detalló las causas, y afirmó que “ocurren a la vista de los núcleos del Partido, de las instituciones administrativas y de los consejos de dirección, que no siempre han tenido un control de la gestión y los recursos para evitar todas estas anomalías”.
Asimismo, dijo que en la isla ha surgido una “casta dentro de la cual se produce un intercambio mercantil ilegal y corrupto, con una economía sumergida e ilegal”.
El mandatario puso como ejemplo operativo policial realizado en la feria bajo el puente de 100 y Boyeros, en La Habana, donde detuvieron a varios jóvenes que se dedicaban a revender alimentos.
La sola mención de esos fenómenos sociales son el reconocimiento del fracaso de la campaña gubernamental contra los coleros que ocupó portadas de la prensa estatal desde inicios de 2020.
Las autoridades cubanas apuestan nuevamente por ganar el pulso a la economía sumergida mediante la represión y sin resolver sus causas principales: la escasez de oferta de alimentos y productos vitales, la inflación y la baja productividad de las empresas estatales.
