La falta de oxígeno medicinal en los hospitales pudiera ser la causa de un nuevo 11 de julio en Cuba y el mal gobernante Miguel Díaz-Canel lo sabe bien. El «Diazca» anda ahora apurado, tardíamente, soltando la suela de sus zapatos por toda la isla interesado en la producción del vital elemento.
Nadie en su gabinete le advirtió, ni él mismo tan «inteligente» y «Doctor» previó que una crisis con el oxígeno medicinal podía provocar la muerte de cientos, miles de personas, infectadas con el virus SARS-COV-2, como en efecto sucedió en hospitales y policlínicos cubanos.
Nadie en su gabinete ha sido removido de su cargo. Ni el ineficiente Ministro de Salud Pública de Cuba, José Angel Portal Miranda, ni el suelta palos de Manuel Marrero Cruz, que sin lugar a dudas es más inepto 100 veces y tiene menos timing político que el resto de la tropa porque… ¡¿cómo se le ocurre echar culpas del desastre sanitario a los únicos que se juegan la vida ante la peligrosa enfermedad?!
En un país normal, de esos que no se les ocurre hacer una reforma monetaria en medio de una pandemia, ya Portal Miranda y Marrero Cruz hubiesen sido enviados a freír tusas a un campo de maíz, pero en Cuba las cosas (mal)funcionan de distinta manera.
De hecho, no funcionan casi nunca bien. ¿Cómo es posible que nadie advirtiera que el peligroso incremento de casos de covid-19 podría inequívocamente hacer colapsar el inventario de balones de oxígeno medicinal? ¿Cómo es posible que nadie previera que el pedido de oxígeno medicinal estaba siendo peligrosamente mucho mayor que lo habitual? ¿Nadie advirtió que con la fábrica de La Habana paralizada y el incremento de los casos de covid-19 se iba a producir una catástrofe sanitaria? ¿Cómo es posible que el 95 por ciento de la producción de oxígeno medicinal de un país se concentre en una sola planta?
Estas y otras interrogante son una prueba que testifica la incompentencia del sistema. De la poca profesionalidad con la que se trabaja. Nada nuevo, diría cualquier cubano, si se tiene en cuenta que estamos hablando de un país donde son normales los robos en los almacenes del gobierno; y que las auditorías internas, luego, los cubran.
Ahora lo que se vive es una carrera contra el tiempo… en la que intenta participar Díaz-Canel en la búsqueda no del Santo Grial, sino del oxígeno medicinal.
A su favor tiene a los medios oficialistas; y el de mayor tirada a nivel nacional, el Granma, que solícito le hace la pala esta mañana diciendo que «Se ajustan las piezas que darán más oxígeno medicinal a Cuba».
En la nota se da cuenta de la presencia tardía de Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y del Primer Ministro Manuel Marrero Cruz, en la planta de gases industriales Oxicuba S.A, «donde se ultiman detalles para reemprender la producción de oxígeno medicinal en niveles óptimos».
Indica Granma que Miguel Díaz-Canel Bermúdez se paró junto a los trabajadores cubanos y extranjeros que «andan enfrascados en el ajuste de las piezas nuevas que harán posible dejar atrás una importante avería, y reemprender la producción de oxígeno medicinal en niveles óptimos para Cuba», y que hasta preguntó: «¿Qué día estaríamos produciendo?»
El ingeniero termoenergético Guillermo Méndez Pedraza le dijo que «el viernes» y señaló que todo «está saliendo bien».
«Estamos bastante tranquilos. Lo más complejo es armar la máquina y lograr todos los ajustes que lleva», añadió Méndez. Una frase que lamentablemente llegó muy tarde para cientos de cubanos.
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