El mandatario cubano Miguel Díaz-Canel descartó que la explosión ocurrida esta mañana en el hotel Saratoga estuviera relacionada con un atentado, informaron medios estatales de la isla.
Luego de visitar las inmediaciones del lugar del siniestro, el mandatario junto a una camarilla del gobierno se dirigieron al hospital Calixto García, donde se atienden la mayoría de los heridos a causa del estallido, que provocó el derrumbe de gran parte de la fachada de la instalación turística y afectó edificios cercanos.
De acuerdo con un reporte de Cubadebate, Díaz-Canel “confirmó que no se trata de un atentado”, y añadió que lo más importante en estos momentos es “permitir que los médicos, paramédicos y fuerzas de rescate cumplan con su trabajo.
En declaraciones a la prensa a la salida del centro hospitalario, el presidente cubano dijo que un equipo de rescate y fuerzas especializadas continúan realizando labores de búsqueda y salvamento de los posibles sobrevivientes.
Por su parte, el gobernador de La Habana, Luis Antonio Torres Iríbar, detalló que al menos 13 personas están desparecidas.
Hasta el momento se han reportado ocho muertos y más de una treintena de heridos, de ellos varios en estado crítico, como consecuencia del siniestro que estremeció la capital cubana este viernes.
Especialistas estiman la explosión provocó daños irreparables en la estructura del hotel Saratoga, que esta ubicado en el céntrico Paseo del Prado habanero, frente al Parque de la Fraternidad y muy cerca del Capitolio.
En las imágenes compartidas por usuarios de redes sociales y medios de comunicación se observan hasta el fondo de las habitaciones que perdieron la fachada en la segunda y tercera plantas del edificio.
Los dos pisos superiores no parecen haber sufrido grandes perjuicios, por lo que el peso de esa parte de la edificación aumenta el riesgo de otro posible derrumbe de mayores dimensiones.
Al momento de la explosión no habían turistas alojados en el hotel, sólo parte del personal de servicio estaba trabajando.
Aunque todavía se desconocen las causas de la tragedia, las autoridades cubanas han insistido en que se trató de un accidente relacionado con una fuga de gas y no de un acto terrorista.
El intendente de La Habana Vieja, Alexis Acosta, afirmó que “se estaba habilitando una bala de gas licuado en el hotel. El cocinero siente el olor a gas, revisa las conexiones y descubre que hubo una fisura en la manguera de abastecimiento”.