Díaz-Canel «posa» con vecinos del barrio de San Isidro

Havana
cielo claro
27.4 ° C
27.4 °
27.4 °
70 %
6.5kmh
7 %
Jue
27 °
Vie
24 °
Sáb
24 °
Dom
25 °
Lun
25 °

Hasta noviembre del 2020, hasta Luis Manuel Otero Alcántara y Damas 955, San Isidro era un barrio completamente olvidado por la cúpula del poder en la isla.

Varios meses después del momento en que debió haberlo hecho, repartida ya la pasta, el arroz, el aceite y la carne rusa que vino a la isla en concepto de donación, el mandatario cubano Miguel Díaz-Canel se fue a San Isidro, no a hablar con Luis Manuel Otero Alcántara, quien se encuentra preso injustamente, sino con sus acólitos de la comunidad; esos que la prensa oficialista llama «líderes», pero que todo el mundo conoce son los mismos chivatones de siempre, militantes del Partido Comunista de Cuba, correveidiles y hala levas de toda la vida.

Todos, satisfechos y apertrechados, con un poco más de comida en sus despensas gracias a los manifestantes que salieron a la calle a protestar el pasado 11 de julio, los «líderes» comunitarios escucharon a Díaz-Canel tras su visita al barrio de San Isidro, en un hecho que la prensa oficialista -el portal Cubadebate– califica de monitoreo de la «actividad comunitaria en el territorio».

Sin dudas a Diaz-Canel le hubiese sido mucho más útil haberse reunido en noviembre con Luis Manuel Otero Alcántara, un verdadero líder de San Isidro, y no con estos actores comunitarios a los que nadie sigue y respeta, que operan teléfono en mano, en las sombras, llamando a la policía cada vez que hay un disturbio en el barrio, en lugar de darle el pecho a la situación como haría un verdadero líder.

La jugarreta política del «Diazca» está clara. Por un lado se llega allí, a un barrio que fue núcleo catalizador de protestas, horas antes de que Fidel Castro Ruz, más bien sus cenizas, cumplan años desde la piedra; por otro, lava su imagen ante la prensa internacional como dirigente que «se nutre» de información con el pueblo; precisamente en uno de los barrios más pobres de la capital.

Protegido por los gorilas de siempre, Diaz-Canel se entrevistó con los “factores de la comunidad”, que seguramente -ay, si me parece estarlo viendo porque lo viví- le dirán: «Aquí todo está bien presidente; lo malo son los apagones, que falla mucho el agua, que no hay medicinas, el pan es una porquería, y comunales no recoge la basura hace una semana; pero aquí estamos firmes pa´lo que sea».

En San Isidro, los «factores de la comunidad», esos mismos que se entrevistaron con Díaz-Canel, compran el arroz robado de la bodega a un negociante del mercado subterráneo; y revenden -sin licencia- todo lo que puedan revender para garantizar que su salario, estirado ilegalmente, llegue a fin de mes.

Conversaron con Díaz-Canel a puertas cerradas, y es probable que nunca se sepa lo que ocurrió allí. Es probable que Díaz-Canel les haya prometido que bajará las estrellas, y es probable también que al hablarse de los desafíos de la comunidad, en lugar de los líderes proponer estrategias para incentivar la actividad de todo tipo en San Isidro, crean que «el desafío» sea «el imperialismo yanqui».

Según informa Cubadebate, Díaz-Canel quiere, en San Isidro, «incorporar a los pobladores a las iniciativas que desarrolle el Estado», pero no está claro si en las actividades podrá contarse con uno de los pobladores más notables de la barriada de San Isidro: Luis Manuel Otero Alcántara.

Y es una pena; una verdadera pena, que un joven sensible y amante de los niños como lo es Luis Manuel Otero Alcántara no pueda hacer trabajo comunitario con ellos en el Centro Cultural Leonor Pérez de la barriada de San Isidro; lugar visitado por Díaz-Canel, donde conversó con un grupo de infantes acerca de la misión del centro.

La colega Lianet Fleites, en el portal digital Cibercuba Noticias, confirma la labor que Luis Manuel Otero Alcántara desarrollaba con los niños en San Isidro.

«El trabajo comunitario con niños y adolescentes constituye una de las actividades que frecuentemente desarrollaba el coordinador del Movimiento San Isidro, Luis Manuel Otero Alcántara, actualmente detenido y a la espera de un proceso tras su participación en las manifestación del 11J», expresa Fleites en su nota, confirmando a la vez «la importancia» que le da el estado cubano a San Isidro, barriada en la que se ubica la sede del Movimiento San Isidro; una «institución» localizada en Damas 955, responsable de haber puesto ese nombre, San Isidro, en el mapa periodístico -y político- nacional e internacional.

«San Isidro representa un centro de especial interés para el gobierno cubano ya que sus calles sirvieron como termómetro del descontento popular que luego derivó en protestas multitudinarias a lo largo y ancho de la isla».

Hasta ese instante, hasta noviembre del 2020, hasta Luis Manuel Otero Alcántara y Damas 955, San Isidro era un barrio completamente olvidado por la cúpula del poder en la isla.

tal vez quieras leer: ¿Abel Prieto permutaría para La Güinera, El Fanguito o San Isidro?

¿Quieres reportar algo?

Envía tu información a: [email protected]

Lo más leído

Quizás te interese