El mandatario cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez anda por Bayamo, entre niños y matas de frutabombas. Desde allí ha anunciado una comparecencia especial para esta tarde, en la que dice hablará sobre «la nueva normalidad» de un país sin Marino Murillo al frente de la implementación de la tarea Ordenamiento, y en vísperas de la llegada del 15 de noviembre; fecha en que el país abrirá sus puertas como hacía año y medio no hacía.
«El Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (pcc) y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez,» llegó a Bayamo, Granma, ayer jueves en la tarde, presumiblemente para darse otro «baño de pueblo» y desde allí lo ha sorprendido la orden de hablarle al pueblo de Cuba. Ojo: probablemente haya grabado su comparecencia antes de salir hacia Bayamo, ciudad incendiaria e incendiada en el Siglo XIX por sus residentes, que ahora parecen haber olvidado la calentura que los caracterizaba hace cientos de años.
Presumiblemente apenas bajó del avión, Díaz-Canel se aventuró a una caminata hasta el barrio de Pedro Pompa, en Bayamo, donde se fotografió con niños. Eso sí, antes de darse un salto por el barrio junto al secretario de Organización y Política de Cuadros, Roberto Morales Ojeda; el vice primer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández; y el coordinador nacional de los Comités de Defensa de la Revolución, Gerardo Hernández Nordelo, Díaz-Canel estuvo caminando por unos campos de frutabomba, escuchando entre otras cosas las palabras de los principales dirigentes del territorio. Y repartiéndole orientaciones al primer secretario del Partido en Granma, Federico Hernández Hernández y al gobernador de la provincia, Francisco Escribano Cruz.
La caminata tuvo lugar en el polo agrícola Mártires de Artemisa y la Empresa Agropecuaria Roberto Estévez Ruz, del municipio de Cauto Cristo; en campos donde no se aprecia ni una mala hierba en el surco, no sabemos si obra de sus esmerados trabajadores; o que la visita le fue anunciada a sus directivos con suficiente tiempo de antelación como para darle una buena chapeá a esos campos.
Todo eso, sin embargo, pasará al olvido esta tarde cuando, microfónos y cámaras delante, Díaz-Canel le hable al pueblo de Cuba.
El portal de la Presidencia de Cuba en Twitter lo anunció incluso después que lo hiciera el bloguero Pedro J. Velázquez, cada vez más cercano al parecer a los círculos de poder del gobierno en la isla.
Ya se especula, sin embargo, cuáles pueden ser esos otros temas del acontecer nacional de los que hablará Díaz-Canel.
Seguramente hablará sobre la Marcha por el Cambio anunciada para el 15 de Noviembre. O sobre el anuncio hecho por Michelle Bachelet de que «monitoreará desde lejos» los acontecimientos en la isla de ese día.
Un buen presidente, o un presidente, anunciaría que tiene establecido una ruta para el diálogo con las voces del disenso en la isla, pues ya está harto de que siempre sean las mismas voces aduladoras las que le digan qué sucede en las calles del país.
Un mejor presidente aún, o un presidente, diría que está dispuesto a perdonar a todos los detenidos el 11 de julio o con posterioridad a esta fecha, como señal de buena voluntad y en pro de una nueva normalidad, y un mejor país que supuestamente nos espera, una vez que comience a entrar más divisas a la maltrecha economía cubana.
Sin embargo, estamos hablando de Díaz-Canel, y habrá que esperar hasta las 8 y 30 pm, a ver qué dice.
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