Hay humoristas cubanos que a lo largo de años, décadas, en sus carreras dentro del humor, han pegado determinado personaje, como sin dudas le ha sucedido a Nelson Gudín, y su personaje de «El Bacán»; un personaje que «en broma» y «borracho», tiene un monólogo memorable, el de Chipre. Desde entonces, ya «en Chipre» había problemas, y Yunior García no era el responsable de ellos, señala ahora en serio «El Bacán», Nelson Gudín.
Desde la primera ocasión en que Nelson Gudín vestido de «El Bacán» presentase su monólogo en un Festival Aquelarre, caló hondo dentro del público cubano por la manera descarnada en que, «borracho», hablaba sobre los problemas de Chipre, que en realidad eran los problemas de Cuba.
Ahora, en esta ocasión, y bien serio, Nelson Gudín vuelve sobre lo dicho en aquel Aquelarre, y le recuerda al gobierno y estado cubanos que Yunior García no es el responsable de los males que golpean a la isla. Males estos que eventualmente obligaron a Gudín a venirse para los EE.UU. con «El Bacán» a cuestas.
Coincidencias: Nelson Gudín, «El Bacán» y Yunior García, son holguineros, esa hermosa tierra situada en el Oriente de Chipre. Perdón, en el Oriente cubano.
Todas aquellas críticas que «El Bacán» Nelson Gudín arrojara, vaso de ron en mano, contra el Chipre cubensis son, a no dudarlo, similares a las que ahora Yunior García expresa. Claro está y es más que evidente: el tiempo ha pasado.
Han pasado los años y los problemas «en Chipre» continúan siendo los mismos e incluso, acrecentados.
«Si mañana desapareciera Yunior, sería Cuba el país próspero del que nos sentiríamos orgullosos? ¿Fue Yunior el que nos hundió en la pobreza? ¿Es Yunior un corrupto? ¿Cuánto de malo hay en que Yunior y los otros jóvenes piensen distinto a hombres que nacieron hace ya casi un siglo? ¿Por qué tenemos que seguir enquistados políticamente… «, se cuestionó Nelson Gudín en un post publicado en su muro de Facebook.
De ese modo, el humorista cubano mostró su apoyo a la marcha cívica del próximo 15 de noviembre, y a su coterráneo y principal promotor, Yunior García.
Bien serio, Bacán y Chipre a un lado, Gudín expresó sin cortapisas algo que es evidente: Yunior García no es responsable de los malestares y males que adolece Chipre. Es decir: Cuba.
Gudín expresó además que no existe nada de malo en que los jóvenes de hoy cuestionen la realidad en que viven, del mismo modo en que los jóvenes cubanos de la neorrepública cuestionaron el país, ministerio a ministerio, ministro a ministro, desde el 1902 hasta el 1ro de enero de 1959, fecha última esta que marcó un viraje trascendental en la historia de Cuba, dando paso a una nueva época, con nuevas inquietudes, que fueron sembrando sin dudas las pautas para que miles de cubanos se lanzaran al exilio; para que otros hoy, como Yunior, cuestionen ese poder rancio y anquilosado que gobierna el país.
«Entonces, ¿por qué tenemos que seguir enquistados políticamente en un programa que evidentemente no va con los nuevos desafíos? ¿Qué nos puede convencer de que ahora sí vamos a salir del hueco, dejándonos guiar por los mismos que nos metieron en el hueco?», expresó Nelson Gudín.
La historia algún día tenía que ser justa con Gudín y su personaje.
Aquel Bacán crítico que en un Aquelarre se llevó todos los aplausos posibles con sus críticas hacia el Chipre – Cuba es el mismo, aunque ahora más serio, que viste como crítico Yunior García.
No hay diferencias. La única es que aquel fue visto hace ya varios años en un teatro; este crítico de ahora, que es dramaturgo, y llamado Yunior García no habla de una obra de teatro; sino de la realidad.
La de Cuba. No la de Chipre, aunque parezca lo mismo.
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