Cuatro trabajadores de la industria Aceitera “Alberto Álvarez”, de La Habana, fueron detenidos este jueves por las autoridades mientras perpetraban un robo de botellas de aceite a través de una cerca perimetral de la empresa.
“Se trata de dos hombres y dos mujeres, quienes se encuentran en estos momentos en la Estación de la Policía del municipio Regla, al ser detenidos por oficiales en el acto delictivo de manera infraganti”, precisó en Facebook La Página de Mauro Torres 2.0, una fuente vinculada al Ministerio del Interior cubano (Minint).
Horas más tarde, entre las dos y las tres de la madrugada de este viernes, agentes de la policía capturaron a otro presunto ladrón en plena comisión del delito en la misma institución.
Según la fuente, “el detenido utilizaba un auto marca Chevrolet y extraía grandes cantidades de aceite mediante una abertura de la cerca perimetral. También se le ocuparon sacos de harina”.
La nota sobre el robo de aceite asegura que “el enfrentamiento al delito y las ilegalidades es permanente” en la zona la zona industrial de la avenida del puerto de La Habana, aunque sigue siendo un foco de corrupción debido a la falta de control por parte de los directivos de esas empresas.
La semana pasada, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel pidió desarrollar “un enfrentamiento contra ilegales, pillos, lumpen, vagos y corruptos”.
Durante una reunión de su gabinete ministerial, el mandatario dijo que no se puede permitir que “quienes no trabajan, no aportan y están en la ilegalidad, ganen más y tengan más posibilidades para vivir que los que realmente aportan; ahí estamos al revés, estamos rompiendo los conceptos del socialismo”.
De acuerdo con un reporte del medio oficial Cubadebate, el Primer Ministro Manuel Marrero presentó ante los miembros del ejecutivo, un documento con directivas generales para la prevención y enfrentamiento al delito, la corrupción, las ilegalidades y las indisciplinas sociales.
Desde entonces, la prensa oficialista ha dado cuenta casi a diario de varias redadas policiales instituciones estatales de comercio, agromercados y puestos de venta ilegales en los que se han descubierto corrupción, reventa de productos robados y “precios abusivos”.
Uno de los operativos más recientes ocurrió tras la muerte de un anciano que llevaba varios días en la cola de una tienda en el barrio de Luyanó, donde los agentes del orden destaparon una red de corrupción que implicaba a la gerente del establecimiento, los dependientes y los miembros de la brigada de Lucha Contra Coleros (LCC).
