En Gibara, Holguín, en la noche del 13 de septiembre, cientos de vecinos salieron a la calle entre cacerolas y gritos de “¡Pongan corriente!” y “¡Libertad!”. La chispa fue la misma que recorre la Isla desde hace meses: 24 horas sin electricidad y la sensación de que no hay respuesta.
Horas después llegó el rebote previsible: patrullas recorriendo el pueblo y los primeros arrestos de participantes identificados en videos y transmisiones en vivo. Medios independientes y activistas hablan, al menos, de siete detenidos y de operativos puerta a puerta en barrios como Güirito, señaló 14ymedio.
noticia relacionada: Cubanos salen a las calles en Gibara tras apagón de más de 24 horas
Las cifras no son oficiales —el Gobierno ha insistido en que la manifestación fue “pacífica” y enmarcada en el “respeto”—, pero los reportes coinciden en el inicio de una “cacería” al día siguiente, con detenciones selectivas y cargos como desorden público o desacato. Imágenes difundidas en redes muestran a la Policía interceptando a vecinos en plena calle y subiéndolos a patrullas, en contraste con la nota triunfalista de los canales locales que hablaron de “diálogo”.
Entre los nombres que circulan está el de Dairan Bermúdez Batista, señalado por activistas como uno de los jóvenes arrestados; también se menciona a un vecino conocido como “Chelli”, del que se pide confirmar identidad. Estas identificaciones provienen de publicaciones de activistas y no han sido validadas por el sistema judicial, pero aportan un primer mapa de víctimas y barrios afectados. En paralelo, periodistas y plataformas locales han abierto listados colaborativos para documentar cada detención.
El seguimiento periodístico desde fuera refuerza el patrón. Infobae reportó “al menos siete” arrestos tras la protesta, mientras CiberCuba habló de las “primeras detenciones” en la mañana del domingo y publicó nuevos videos de los operativos. Cubanet recogió testimonios sobre cómo, después de la protesta, agentes comenzaron a detener a presuntos manifestantes identificados en grabaciones. Radio/TV Martí añadió que hubo, como mínimo, dos arrestos durante la propia noche, además de los practicados al día siguiente. En conjunto, el cuadro apunta a una respuesta escalonada: primero contención, luego visitas policiales y traslados hacia Holguín.
Más allá de la aritmética de detenidos, el trasfondo es el de siempre: apagones que en el oriente superan las 20 horas diarias, enfado acumulado y un Estado que alterna mensajes de conciliación con medidas punitivas. Si agosto ya había dejado protestas en otros puntos de Holguín, septiembre confirma la deriva.
En algunas localidades se reportan hasta 37 hrs continuas sin electricidad. En otras, 53.
