Estos sismos recientes representan una advertencia, una prueba de que las predicciones de recurrencia sísmica pueden fallar y que la región debe estar preparada para enfrentar posibles eventos de igual o mayor magnitud. El pueblo cubano, acostumbrado a sobrellevar dificultades, enfrenta ahora el reto de reconstruir en medio de una crisis, con la esperanza de que pasen otros 80 o 90 años antes de volver a vivir una catástrofe de esta naturaleza.
Los incendios forestales masivos continúan asolando el oriente de Cuba, con más de 2.000 hectáreas de bosque, incluidas plantaciones y cultivos de café, ya...