Una vez más, a la homofobia le hace ruido una breve escena en la televisión cubana. En esta ocasión, la indignación no viene desde las instituciones culturales (que ahora deben ser consecuentes con las políticas impulsadas por Mariela Castro), sino de los espectadores.
Fue apenas un beso, un rápido gesto conmovedor que ni siquiera puede compararse con las infinitas escenas de sexo heterosexual casi explícito, que frecuentemente acaparan numerosas producciones audiovisuales “made in Cuba”.
Tuvo lugar después del domingo, durante la emisión de la teleserie juvenil cubana “Calendario” donde dos chicas adolescentes, Natalia y Sofía, descubren que existe una atracción romántica entre ambas. Esa atracción va madurando en el trascurso de cada capítulo de la serie, dirigida por Magda González Grau y escrita por Amílcar Salatti.
“No creo conveniente poner esta escena. No todo el mundo está aún preparado, y mucho menos nuestros niños pequeños y nietos, para entender”, escribió una usuaria en el grupo de Facebook “Aventuras Cubanas y Memorias de la Televisión”.
Como esa usuaria, decenas de otras personas han acudido a las redes para mostrar su malestar con la escena, al punto que la prensa nacional se ha visto obligada a publicar un artículo en el que se pide normalizar el amor, también en parejas homosexuales o de la disidencia sexual.
“Hablamos de una serie que desde su primera temporada retrata a la sociedad cubana y, sinceramente, la homosexualidad no es ni por asomo uno de los conflictos más fuertes que desentraña el producto audiovisual”, dice una publicación de Cubadebate.
El artículo cuestiona que no se haya armado revuelo con temas como la adicción a las drogas y las causas que llevan a esa dependencia; el impacto de las brechas económicas en la adolescencia, la violencia intrafamiliar, las infidelidades o la migración.
“Vivimos en el siglo XXI y un beso entre dos personas del mismo sexo no debería ser, bajo ningún concepto alarmante; verlo en la pantalla, muchísimo menos. Las críticas en las redes sociales a una escena ‘tan explícita’ se sustentan en que en ese horario están frente al televisor muchos niños y adolescentes, que la homosexualidad se está ‘imponiendo como moda’”.
El medio recuerda que la serie no está dirigida al público infantil, y que los niños vean una programación que no les corresponde es responsabilidad única y exclusiva de la familia: “No se trata de normalizar la homosexualidad, porque sencillamente, es parte de los seres humanos, de los gustos y deseos sexuales de cada cual”.
Calendario, recuerda el texto, es un examen para auto analizarnos, “para pensar hacia dónde vamos y qué camino es el que nunca debemos seguir”. “Definitivamente, el más claro ejemplo de una ruta que no podemos tomar es rechazar un beso que solo emana amor”.
