Cubanos separados por un oceáno de por medio, unos en EE.UU. y otros en España, cada uno de manera independiente pero unidos en un mismo sentimiento humanitario, lograron llevar un pedacito de ayuda a la isla. Unos hicieron llegar ¡hasta concentradores de oxígeno! a Placetas, en Villa Clara. Otros, medicinas a Jobabo, en Las Tunas.
Al hospital de Placetas llegaron unos concentradores de oxígeno de alta potencia donados por emigrados cubanos.
Cada uno de los concentradores puede servir a dos pacientes simultáneamente, dio a conocer la internauta Yaquelin Abreu a Cibercuba.
Yaquelin gestionó la compra en EE.UU. de los concentradores de oxígeno, que ya se encuentran en la sala de cuidados intensivos del Hospital General Docente Dr. Daniel Codorniú Pruna, desde este lunes 13 de septiembre.
Indica Yaquelín que hacerlos llegar al Hospital Dr. Daniel Codorniú Pruna costó un poco más que Dios y ayuda. Cibercuba lo resume así: 15 días de recaudación de fondos y tramites de envío.
Fueron cubanos emigrados, residentes en EE.UU., placeteños en su mayoría, los que aportaron el dinero para la compra y envío a Cuba de los dos concentradores de oxígeno, destinados a aliviar la falta de insumos médicos en los hospitales cubanos.
Ellos, a su vez, se valieron de la ayuda de la Iglesia Católica, que dice Cibercuba «sirvió de puente entre los emigrados y los placeteños, a falta de una vía expedita entre Cuba y su emigración».
El costo de todo sobrepasó los 7 mil dólares, y según explicó Yaquelín, no es la primera vez que estos placeteños se unen para «impulsar iniciativas de ayudas y donativos» con el objetivo de «mejorar la calidad de vida de los pobladores» (de Placetas).
Por su parte, el internauta Rubén Carrillo fue más específico en el desglose del envío. Cada equipo costó 1,600 dólares y su envío a Cuba alcanzó la suma de 3 mil 998.
Carrillo, líder del grupo Todos Somos Placetas, aclaró que hubo quien dio hasta 500 dólares.
“No queremos más muerte en Placetas por falta de oxígeno”, expresó.
Por su parte, desde Valencia, Amalia Barrera anunció en una caminata nocturna la llegada a Las Tunas de varias libras de medicamentos.
Amalia narró en una directa todo el esfuerzo que se tuvo que coordinar para hacer llegar estas medicinas, y en su rostro se notaba la felicidad.
Algunas de las personas que recibieron estos medicamentos y aquellos encargados de distribuirlos en Cuba, le hicieron llegar luego las fotos a Amalia, quien anunció que este esfuerzo no va a detenerse.
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