La Guardia Civil en Yaiza, Lanzarote, investiga una presunta estafa que afecta ya a decenas de personas, en su mayoría inmigrantes latinoamericanos, quienes acusan al ciudadano cubano Rolando Borrero Molina de hacerse pasar por agente de viajes para luego desaparecer con el dinero entregado por boletos aéreos que nunca fueron emitidos.
Según los denunciantes, Borrero operaba bajo el nombre de “Sol Playa Travel”, una supuesta agencia ubicada en Playa Blanca. Se presentaba como intermediario de confianza, ofrecía vuelos con precios muy por debajo del mercado y urgía a los interesados a realizar pagos rápidos alegando que eran “ofertas limitadas”. Varios de los afectados aseguran haber recibido solo una pre-reserva, la cual fue anulada por las aerolíneas por falta de pago.
En un caso documentado por el medio La Voz de Lanzarote, una mujer transfirió casi 2,500 euros por pasajes entre Austria, Colombia, Tenerife y Lanzarote. Nunca recibió los billetes y, al intentar reclamar, descubrió que la oficina había sido vaciada y que las redes sociales de la empresa habían desaparecido. Como ella, otras 56 personas se han sumado a un grupo que recopila testimonios similares y se ha organizado para presentar denuncias ante la Guardia Civil.
La imagen del acusado ha comenzado a circular en redes sociales con mensajes de advertencia bajo el título de “¡Nos estafó!”. En la foto se le identifica por nombre y rostro, acompañado de un llamado a no confiar en él ni realizarle pagos. También se solicita a cualquier persona que haya sido víctima que contacte con la Guardia Civil para formalizar la denuncia.
Los afectados afirman que el cubano Borrero ha utilizado el mismo modus operandi durante años, incluso en otras islas como Fuerteventura y Tenerife. Algunas víctimas afirman haber sido engañadas con negocios de traspasos comerciales previos al escándalo actual.
Hasta el momento, se desconoce el paradero del acusado. Las autoridades no han emitido una orden de captura pública, pero continúan recibiendo denuncias y recopilando información.
“Nos dejó sin dinero, sin viaje y sin respuestas”, aseguran los afectados, quienes piden justicia y que se eviten más víctimas.
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