Una niña presenció cómo su padre cubano, Alberto Molinet de 70 años, asesinó a tiros a su madre el domingo temprano en el condado de Miami-Dade, según un informe policial citado por Local 10 News.
El homicidio ocurrió en una casa móvil en Royal Duke Park, ubicado en una zona comercial al sur de la autopista Airport Expressway. Hubo una discusión aproximadamente a las 12:40 a.m., de acuerdo con la declaración jurada de arresto.
La niña dijo que vio a su padre agarrar una pistola descargada de una caja fuerte abierta en la sala de estar e intentar dispararle a su madre, quien luego corrió a esconderse en el baño.
Molinet, nacido en Cuba, cargó el arma, disparó a través de la puerta del baño, abrió la puerta y cuando la madre intentó empujarlo, la mordió y volvió a apretar el gatillo hasta que ella cayó al suelo sangrando, según el reporte policial.
La menor llamó al 911. El personal de rescate encontró a la madre muerta poco después. Los detectives arrestaron a Molinet y lo acusaron de asesinato en segundo grado con arma.
El juez Zachary N. James ordenó que Molinet permanezca detenido sin derecho a fianza. Los detectives piden a cualquier persona con información sobre el caso que se comunique con Crime Stoppers del Condado de Miami-Dade.
Este hecho, con sus diferencias, resulta muy similar a otros sucesos en que, individuos de origen cubano, asesinaron a familiares, en los últimos tres años.
Uno de ellos, Michel Lostal, asesinó a su esposa en Miami Gardens disparándole en la cabeza.
El mismo agresor llamó al 911 para informar del crimen. Cuando la policía llegó a la escena, encontraron a la víctima en el suelo del dormitorio principal, mientras el agresor, le estaba haciendo reanimación cardiopulmonar (RCP). La víctima fue trasladada al hospital pero falleció horas después.
Lostal admitió haber disparado a su pareja y declaró que habían estado juntos durante 18 años, sin hijos en común. Hasta el momento no se conocen detalles sobre la motivación del crimen. Lostal enfrenta cargos de asesinato en segundo grado con un arma mortal y le fue negado el derecho a fianza.
Este trágico incidente no es el primer caso de violencia doméstica cometido por un cubano en Estados Unidos en los últimos meses. En enero, otro cubano en Georgia asesinó a su esposa golpeándola en la cabeza con una mancuerna de hacer ejercicios, causándole la muerte.
El cubano residente en Estados Unidos, identificado como Iván Reyes-Jiménez, asesinó a su pareja, Ana Sofía Martínez Campos, una colombiana de 33 años que había estado viviendo con él durante seis meses. El agresor, de 50 años, golpeó a su esposa en la cabeza con una mancuerna de ejercicios, causándole la muerte.
Iván Reyes-Jiménez, quien trabajaba como taxista en la zona, fue arrestado unas horas después en una tienda cercana y enfrenta cargos de homicidio grave, homicidio culposo y agresión con agravantes en virtud de la Ley de Violencia Familiar (FVA) y permanece detenido sin derecho a fianza. La policía aún no ha determinado el motivo del asesinato.
En mayo de 2022, un cubano que habría ingresado hacía menos de dos meses a Estados Unidos por la frontera, presuntamente asesinó a su esposa en Houston, Texas.
El antillano responde al nombre de Leonardo Pimentel, de 27 años se encontraba prófugo en ese momento de la justicia, que lo buscaba por haberle propinado al menos tres puñaladas a su esposa hasta matarla. La víctima, de 21 años, respondía al nombre de Nelaine Velazco Castellano. Tanto ella como su presunto asesino, eran de la provincia de Camagüey.
El 7 de junio de 2020, el cubano Alfredo Zuñiga Escobar presuntamente apuñaló a su ex esposa Airadis Tablada D Rouville en Las Vegas, según confirmó a CiberCuba una fuente cercana la víctima. El hombre, de 46 años, fue detenido y enfrenta cargos por asesinato con arma blanca.
En un caso extremadamente violento ocurrido este año, otro cubano, Roidan Durruthy-Mendoza, de 38 años, con un parecido notable con Alfredo Zúñiga Escobar, presuntamente asesinó a tiros a su exesposa, también en Las Vegas, frente a sus hijos y familiares de la mujer.
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El crimen ocurrió el 17 de agosto, el mismo día que ambos asistieron a una audiencia de divorcio donde el hombre perdió la casa, la camioneta y la custodia de los dos niños. El homicidio ocurrió en la casa de los padres de la víctima, donde ella vivía con sus hijos durante el proceso de divorcio.
Durruthy-Mendoza escaló el balcón e irrumpió en la casa. Jaló del cabello a su exesposa, le disparó tres veces y luego le disparó a la madre y cuñado de ella cuando intentaban protegerse. La hija apuñaló a Durruthy-Mendoza antes de que él se entregara a la policía y confesara. Fue acusado de asesinato y otros cargos.
