Parece ficción pero no lo es. Una cubana con fractura de cadera ha estado esperando ni más ni menos que tres días una ambulancia para que la traslade a un centro hospitalario en La Habana, con todos los riesgos que implica la demora de la intervención medica en este tipo de padecimientos.
La denuncia fue hecha en Facebook por la usuaria Gilda Núñez y los comentarios de asombro y dolor no se han hecho esperar. En general todos se solidarizaban con la víctima de la desidia y la precariedad de la salud pública cubana.
En meses recientes se dieron detalles sobre la ausencia prácticamente de ambulancias en los servicios médicos de La Habana. Una información sin confirmar por las autoridades señaló que existían menos de 5 ambulancias en funcionamiento en la capital cubana. Lo que sí se vieron obligados a confirmar las autoridades es el déficit en un servicio en el que está en juego la vida de cualquier persona que sufra una enfermedad grave o un percance de salud que necesite atención urgente.
De hecho en meses recientes han trascendido informaciones sobre personas que han muerto ante la falta de asistencia de ambulancias ya sea en centros médicos o en sus hogares. Las denuncias, eso sí, solo quedan en las redes sociales y no llegan a las páginas de los medios de comunicación ni a las pantallas de los medios televisivos.
La falta de ambulancias es otro de los síntomas de un sistema de salud en crisis que no cuenta apenas con insumos ni medicamentos para tratar a las personas. No son pocos los casos en que los médicos mandan a los pacientes a comprar los medicamentos en el mercado negro porque no existen en las farmacias y en los hospitales, si hay, están reservados para algunos casos muy urgentes o para pacientes “especiales”.
No se sabe aun la suerte que corrió la cubana accidentada de la cadera. Si llegó finalmente la ambulancia o tuvo que ser trasladada por la familia o vecinos al hospital, algo que no se recomienda bajo ningún concepto en estos casos porque puede incrementar la dolencia por la fractura.
