En medio de una crisis sanitaria y de transporte que parece no tener fin en Cuba, a la que pueden sumársele perfectamente muchas otras más crisis, llega la del sentido común con la publicitada llegada al territorio de Holguín, de unas ambulancias «recuperadas», o traídas en una maquina del tiempo desde el siglo XVIII.
Sarcasmo aparte, que para nada constituye en medio de tanto dolor venir con sarcamos en esta nota, que voceros del régimen cubano anuncien a bombo y platillo que unos carretones tirados por caballo se sumen al parque de ambulancias en la provincia holguinera constituye una risible iniciativa, aunque de seguro alguno de esos voceros dirá que estos carretones, ahora convertidos en ambulancia, son una alternativa más efectiva que bajar a la ciudad a los enfermos en parihuela, tal y como antaño hacían nuestros campesinos que habitaban en las montañas.
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Los carretones de caballo como ambulancias son el nuevo logro del gobierno en Holguín, cuyas autoridades recibieron palos a tutiplén la semana pasada por ineptos, por no poner en marcha opciones para ayudar en el traslado de enfermos a los hospitales y policlínicos en medio de una crítica situación con el coronavirus en la provincia.
Uno hubiese esperado que, por ejemplo, utilizasen vehículos del MININT y de la PNR para tales fines; toda vez que presentan buen estado técnico, gomas, y parece no agotárseles nunca el combustible; pero… ¿carretones tirados por caballos?
La iniciativa de convertir los carretones en ambulancias, según se conoce, se puso en práctica en el municipio Urbano Noris, al sur de la cabecera provincial holguinera, limítrofe con la provincia de Granma.
Allí, ante la enorme escasez de recursos para enfrentar la pandemia de COVID-19, se usarán estos carretones como ambulancias.
Por si fuera poco, y no es que la situación los obligue, es que además el gobierno y la prensa oficialista se enorgullecen de ello! Al menos así dejaron ver a través de sus redes sociales emisoras como la Radio SG La voz del Azúcar.
“Cocheros sangermanenses dan el paso al frente ante la situación pandémica como medio de transportación para enfermos positivos a la Covid-19”, se puede leer en un post; mientras que en otro se expresa:
“Estos jóvenes se imponen ante los retos del virus, saben que todas las manos son necesarias para salir adelante en este momento y se convierten en orgullo para el municipio Urbano Noris”.
En el post puede apreciarse a los carretoneros junto al personal de enfermería, posando delante de las nuevas «ambulancias»
Sí, sobre un coche de tracción animal, todos transportarán y brindarán los primeros auxilios a los enfermos, y hasta posaron con diplomas entregados por las autoridades del municipio en reconocimiento a su labor.
Imaginémonos la siguiente escena. Los familiares de un accidentado, con múltiples lesiones y fracturas en el cuerpo, llaman al Servicio de Emergencias Médicas (SIUM) y piden una ambulancia. En su lugar les llega un carretón tirado por caballos. ¿Cómo llegará el enfermo al hospital tras sufrir los bruscos movimientos que genera este medio de transporte?
O esta otra. Familiares de un infartado llaman al SIUM y piden una ambulancia. Ellos, que esperan que su ser querido sea tratado a la mayor brevedad debido al riesgo para la vida que significa un infarto, se paran en las afueras de la vivienda en espera del vehículo.
De pronto, a lo lejos, en el horizonte, observan una polvareda. Instantes después perciben que llega la ayuda, no en forma de ambulancia, sino de un carretón tirado por caballos.
