El gobierno de Cuba inauguró el jueves su primera planta de antibióticos de amplio espectro, al cierre de un año profundamente marcado por la escasez generalizada de medicamentos e insumos hospitalarios de todo tipo.
La prensa oficialista anunció la apertura de la fábrica, única de su tipo en la Isla, y precisó que se trata de una entidad fundada hace 41 años, pero que ahora estará dotada “con tecnología de punta” por primera vez.
Según el portal Cubadebate, el mandatario cubano Miguel Díaz-Canel fue el encargado de inaugurar el local, bautizado como Planta de Cefalosporinas y Carbapenemos Inyectables, que pertenece a la Empresa Farmacéutica 8 de Marzo.
“Hacer una planta como esta, en un año tan difícil como este, ha sido una proeza”, dijo el sucesor de Raúl Castro, al tiempo que aseguró que con la planta de cefalosporinas “se podrán producir una serie de antibióticos betalactámicos inyectables de amplio uso en las terapias intensivas”
La nota de prensa recordó que el gobierno cubano destina cada año hasta 8 millones de dólares en la importación de estos antibióticos, entre los que se encuentran los antimicrobianos Meropenem, Ceftriaxona (Rocephin), Cefotaxima, Cefazolina, Cefuroxima, Ceftazidima y Cefepima.
Inyectables como el Meropenem, el Rocephin y la Cefotaxima son antibióticos esenciales de uso hospitalario con un amplio espectro de tratamiento de infecciones bacterianas, neumonías y meningitis, entre otras enfermedades.
Se anunció que la planta también estará dedicada a la exportación de estos medicamentos, aunque aseguró por otro lado que “cubrirá la demanda nacional”.
La exportación de servicios profesionales, especialmente médicos, y el turismo son las dos principales fuentes de ingreso de divisas en Cuba.
De acuerdo con las autoridades cubanas, no será hasta mayo y abril que la planta podrá comenzar a producir lo suficiente como para distribuir los medicamentos al sistema de salud nacional.