Unos 26,000 cubanos quedarían a expensas de ser deportados a Cuba tras la revocación del parole humanitario por parte del presidente Donald Trump.
«La decisión constituye un tiro de gracia para un programa migratorio que estaba herido de muerte incluso desde la era Biden, y que recibió contundentes embestidas desde el mismo día de la juramentación de Trump como presidente», dijo el periodista Wilfredo Cancio.
El documento fue publicado el pasado 24 de marzo y a partir de esa fecha los afectados pueden salir del país o quedarse al margen de la decisión de las autoridades migratorias, que siguen realizando redadas contra migrantes irregulares para deportaciones.
Cancio explicó en su blog Café Fuerte que «los permisos de viaje pendientes, los respaldos aprobados del patrocinador (I-134A) y los permisos de trabajo concedidos quedarán automáticamente cancelados».
Este martes también se conoció que Donald Trump pausó la tramitación de los formularios para obtener la «green card» de acuerdo a un comunicado del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS, por sus siglas en inglés), una medida que afecta a los cubanos los que han obtenido asilo o refugio en Estados Unidos.
«USCIS está aplicando una pausa temporal en la finalización de ciertas solicitudes de ajuste de estatus mientras se completan procesos adicionales de verificación de identidad, seguridad nacional y prevención del fraude», dijo la agencia.
En medio de este panorama incierto varios cubanos ya se han deportado a la isla mientras otros se lo están planteando o han sido detenidos por los servicios de inmigración.
Este miércoles salió a la luz el caso del cubano Eduardo Núñez González quien fue arrestado por iCE cuando salió a botar la basura en su casa en North Miami. González vive hace más de una década en Estados Unido junto a su esposa, Vilma Pérez Delgado, y ambos son dueños de un próspero negocio.
Peréz Delgado declaró a Telemundo que teme que su esposo sea deportado ante la falta de información sobre su futuro migratorio.