Uno de los balseros cubanos rescatados debió ser auxiliado debido a su estado de salud.
Ocho balseros cubanos que se encontraban al sur de la zona de los Cayos de la Florida fueron avistados por la tripulación del Scarlet Lady, crucero de la compañía Virgin Voyage, que conforme indica la llamada «Ley del Mar» procedió al rescate de estos, y a dar parte a las autoridades.
El rescate llegó en un buen momento para uno de los ocho balseros cubanos, quien según destacó la compañía en un comunicado, al momento del rescate precisaba de atención médica.
Los ocho balseros cubanos se encontraban a bordo de una embarcación muy similar a las que tradicionalmente se han usado para llegar, desde Cuba, a las costas de la Florida de manera ilegal. Un bote armado de manera rústica, con un motor de combustión interna en el centro, acoplado a una propela.
El Scarlet Lady se dirigía hacia Cozumel, México, cuando avistó la precaria embarcación. Conforme al deber, el capitán del navío, avisó primero a los cruceristas a bordo que el barco daría una vuelta para socorrer a unos balseros, presuntamente cubanos, que se encontraban cerca de la ruta. Varios cruceristas se situaron a babor para presenciar como una lancha de salvamento del crucero, prestaba ayuda a los migrantes. Algunos de estos compartieron imágenes del momento, para varios de ellos único en sus vidas, en las redes sociales.
Horas después, un buque de la Guardia Costera de los EE.UU. se presentó en el lugar, recogió a los balseros cubanos y los trasladó hacia la estación de Cayo Hueso.
Según reconoce la publicación, el capitán del crucero cumplió con lo establecido al pie de la letra; prestó la ayuda primero a los balseros cubanos, y solo luego procedió a continuar con su ruta prevista.
El mar no es solo la ruta para escapar de la isla
Si bien en lo que va del presente año fiscal iniciado el pasado 1 de octubre, la Guardia Costera de Estados Unidos ha interceptado a 210 balseros cubanos, estos forman parte de una inmensa oleada de migrantes cubanos que en éxodo silencioso, agobiados por las precarias condiciones de vida, empeoradas durante casi todo el 2020 y todo el 2021 por la llegada de la pandemia de coronavirus a la isla, y la pérdida de los ingresos derivados del turismo debido al cierre de terminales aéreas, y cancelación de viajes, se han decidido a abandonar el país.
Los cubanos siguen intentando ingresar a Estados Unidos por todas las vías posibles, ya sea como balseros o «turistas», huyendo de la escasez de alimentos y de la casi nula presencia de productos de primera necesidad en la red mercantil de la isla. Muchos de estos productos han desaparecido por completo. Aparecen en el mercado informal a altísimos precios; y en ocasiones en las tiendas en Moneda Libremente Convertible. Tan solo la tercera parte de la población cubana recibe remesas, y de los que la reciben, más de la mitad recibe menos de 1,000 dólares al año.
Los que no escapan por mar lo hacen «por tierra», viajando primero a otros países, para luego emprender largas travesías que en ocasiones los lleva a atravesar más de una decena de países.
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