Poco o nada trascendió de las conversaciones migratorias entre Estados Unidos y Cuba celebradas este jueves, que según el Departamento de Estado estadounidense se limitaron a discutir la implementación de acuerdos migratorios bilaterales.
Un comunicado de la agencia federal califica el encuentro de ejemplo de “discusión constructiva” con representantes del gobierno de la isla.
Encabezada por la subsecretaria de Estado adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental, Emily Mendrala, la delegación estadounidense “destacó áreas de cooperación exitosa en materia de migración, al tiempo que identificó problemas que han sido obstáculos para cumplir con los objetivos de los Acuerdos”, indica el comunicado.
Entre tanto, una nota de la Cancillería cubana explica que La Habana “reiteró su preocupación por las medidas del gobierno estadounidense que estimulan la migración, impiden la migración legal y ordenada, y generan las condiciones socioeconómicas que incitan a la emigración”.
Asimismo, la delegación cubana insistió en la necesidad de que EE.UU cumpla con su obligación de emitir al menos 20.000 visas al año para emigrantes cubanos, “compromiso que se está incumpliendo desde 2017”, de acuerdo con el Ministerio de Relaciones Exteriores cubano.
Las conversaciones ocurrieron en momentos en que los cubanos protagonizan un éxodo masivo hacia Estados Unidos cuyas cifras superan la de la llamada Crisis de los balseros de mediado de la década de 1990.
Cerca de 79,000 cubanos han llegado a la frontera en los últimos seis meses, y otros 1,399 han sido detenidos por la Guardia Costera cuando intentaban llegar a las costas estadounidenses, según datos de las autoridades estadounidenses citados por El Nuevo Herald.
En ese mismo período, Cuba no ha aceptado deportaciones de cubanos desde Estados Unidos, salvo de balseros interceptados, mientras más de 40.000 personas continúan a la espera de ser devueltos a la isla por órdenes judiciales.
Ambos gobiernos habían acordado reunirse a discutir sobre temas migratorios con regularidad, pero esos encuentros se suspendieron en 2018, durante la Administración del expresidente Donald Trump.
