En un contexto de crecientes críticas internacionales y descontento interno, el gobierno cubano ha anunciado un aumento salarial, no para todos los médicos cubanos, sino para ciertos profesionales de la salud. Esta medida se percibe como un intento de mitigar las recientes controversias que han afectado la imagen del sistema sanitario de la isla.
El 23 de abril de 2025, la Gaceta Oficial de la República de Cuba publicó las resoluciones 3 y 4 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), que implementan incrementos salariales para trabajadores de las escuelas ramales, centros de capacitación y algunos trabajadores de la salud.
La resolución 4/2025 establece un pago adicional de 100 pesos por hora para médicos de especialidades críticas que laboren en horarios nocturnos, así como un bono de 20 pesos por hora por alto desempeño en condiciones laborales exigentes.
Además, se aprueba un pago adicional del 45% sobre el salario escala para asistentes de servicios de enfermería en hogares de ancianos, centros médicos psicopedagógicos y hospitales psiquiátricos. En cuanto a estos últimos, no olvidemos que en días pasados se filtró un video en el que se ve a un trabajador de uno de estos centros, golpeando de manera abusiva y repetitiva a un paciente.
Sin embargo, todo esto no es más que una reacción ante críticas internacionales recientes hacia el sistema de salud cubano, dentro de la que destaca la visita por el Caribe del Secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio. Durante su visita a varios países de la región, especialmente en Jamaica, Rubio denunció que el régimen cubano retira los pasaportes a los médicos que participan en misiones internacionales, impidiéndoles abandonar el país y recibiendo solo una fracción de los pagos que los países anfitriones realizan por sus servicios.
En respuesta, el Ministro de Salud Pública de Cuba, José Ángel Portal Miranda, admitió en un pódcast oficial que, en el pasado, los pasaportes de los colaboradores estaban en manos de las jefaturas de las brigadas para evitar su pérdida, pero aseguró que esta práctica ha sido eliminada.
Caso Damir: una tragedia que sacudió al país y expuso al Sistema de Salud
La muerte del niño cubano Damir Ortiz en Miami, tras un diagnóstico erróneo y tratamiento inadecuado en Cuba, no solo generó una ola de indignación tanto dentro como fuera de la isla, sino que también puso en entredicho el mito de la mal llamada «Potencia Médica».
Damir fue inicialmente diagnosticado en Cuba con neurofibromatosis tipo 1 y leucemia de Burkitt, pero este diagnóstico fue desmentido en Estados Unidos, donde se confirmó que su enfermedad principal era la neurofibromatosis. Su caso puso en evidencia las deficiencias del sistema de salud cubano y provocó críticas hacia el Ministerio de Salud Pública.
Ante estas críticas, el gobierno cubano contrarrestó como pudo: mintiendo a la opinión pública y desplegando campañas mediáticas sucias en contra de quienes le dieron voz a la madre y hasta a la propia madre del menor. Es decir: una campaña mediática en redes sociales para contrarrestar la mala imagen del sistema de salud.
Desde entonces, se han estado publicando varios artículos en medios oficiales como Cubadebate, destacando los logros y esfuerzos del personal médico cubano. Cubadebate hoy, por ejemplo, tiene 5 artículos en portada referidos a la salud en la isla y a los médicos cubanos. Uno habla del fortalecimiento de los vínculos entre trabajadores de la salud residentes en el exterior y la nación caribeña; otro detalla avances clínicos del medicamento Jusvinza; un tercero expone las relaciones de BioCubaFarma con la Unión Europea; otro más resalta a China como aliado estratégico en el ámbito médico; y, finalmente, un extenso reportaje que rinde tributo a la figura del doctor hondureño Luther Castillo.

En este último, el protagonista es un egresado de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), quien en su conversación con Cubadebate en la Convención Cuba Salud 2025, define a los médicos cubanos como “ángeles que salvan vidas”.
Hoy Luther es Secretario de Estado en Honduras, y defiende con fervor la labor internacionalista de Cuba en el ámbito médico. Subraya que el sistema de salud cubano no solo forma galenos, sino embajadores de la Revolución con una misión profundamente humana.
En su visión, el ataque a las brigadas médicas cubanas es parte de una “campaña de antivalores” promovida por quienes ven una amenaza en este modelo solidario. Según Luther, la medicina que promueve Cuba rompe con los paradigmas elitistas, apostando por el acceso universal, el humanismo y la transformación social.
Su testimonio, pleno de gratitud, funciona como vitrina de la estrategia comunicacional del régimen cubano, que intenta en estos días contrarrestar escándalos recientes y recuperar prestigio a través del relato épico de la medicina revolucionaria.
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