La estudiante de la Universidad de La Habana fue expulsada, un hecho que recuerdan algunos de la Facultad de Artes y Letras
Thais Pujol Acosta compartió en su perfil personal de Facebook un documento personal y tristemente doloroso: su acta de expulsión de la Universidad de La Habana, sucedida en 1991.
En un hecho que muchos estudiantes de la Facultad de Artes y Letras, adscrita a la Universidad de La Habana aún recuerdan y lamentan -especialmente porque muchos de ellos, militantes de la llamada Unión de Jóvenes Comunistas en su mayoría fueron obligados a estar en la reunión donde Thais fue expulsada. Prácticamente fueron forzados a levantar la mano para aprobar su expulsión so pena de ser expulsados de la Facultad -los detalles sobre la misma nunca habían sido reveladas por Thais, si bien algunos creen recordar que se relacionó con una visita a la casa de una persona «disidente», y otros, como este redactor, tienen una idea más cercana a la realidad.
Según aclara Thais 30 años después, a ella, estudiante de la Universidad de La Habana, se le imputaron unos hechos falsos. Fue acusada de asistir a una reunión «con el objetivo de crear una organización de carácter contrarrevolucionario» que se celebraba en el apartamento de un edificio sito en Habana del Este.
Tal como defendió en su carta de apelación ante el rector de la Universidad de La Habana -Thais siempre defendió en la Facultad lo que era su inocencia- su visita a ese edificio, ese día, fue casual. Sobre el hecho ella dice -y siempre defendió- que fue a recoger unos libros ese día al apartamento de María Elena Cruz Varela (conocida disidente en Cuba en los años 90´) sin conocer que allí se efectuaría una reunión entre «contrarrevolucionarios». En todo caso, como bien ella aclara en su carta de apelación, ella nunca llegó siquiera a entrar al edificio, pues fue expulsada de allí, golpeada y detenida, y llevada a una estación policial.
Días después, muy pocos para ser exactos, en la Facultad de Artes y Letras se corrió el rumor de que una estudiante iba a ser expulsada por ser contrarrevolucionaria. Se citaron a varios militantes de la UJC y dirigentes de la FEU de la Universidad de La Habana.
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En una especie de cacería de brujas, donde nadie se atrevió a defenderla -más bien todo lo contrario- Thais fue expulsada de la Facultad de Artes y Letras el 4 de diciembre de 1991, a «sugerencia» de Armando Pérez Perdomo, un efímero Rector que tuvo la Universidad de La Habana por esos años.
En el documento queda demostrado lo que todo el mundo conoce: que el Estado y el Gobierno de Cuba han expulsado de sus aulas universitarias a todos los que en algún momento han expresado ideas contrarias al discurso oficial.
Los hechos que rodearon a la expulsión de Thais son un desmentido a las palabras dichas por el gobernante Díaz-Canel con relación a que las universidades cubanas son «para todos». Historias como las de Thais Pujol Acosta y Karla María Pérez González lo contradicen.
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