Ciego de Ávila, uno de los principales polos agrícolas de Cuba, registra su peor cosecha de papa en los últimos 20 años, y sus especialistas calculan que se podría haber perdido la mitad del tubérculo sembrado.
El funcionario de la Delegación Provincial de la Agricultura, Raúl Monguía, declaró que en la actual campaña apenas se producirán 11.300 toneladas de papa en ese territorio, de un plan de 22.400, de acuerdo con un reporte del periódico estatal Invasor.
Los atrasos en la siembra del tubérculo, la escasez de recursos y el exceso de humedad a causa de la llegada de las lluvias han provocado el desastre: “Campos de cuatro toneladas por hectáreas (t/ha)”, confesó el especialista, lo que queda muy por debajo de los rendimientos habituales que rondan las 20 t/ha, explicó.
En medio de la grave crisis económica que atraviesa la isla, agravada por la pandemia de COVID-19 y el fracaso de la Tarea Ordenamiento, el desabastecimiento en la mesa de los cubanos es notable, por lo que no hay margen para errores.
El caso que presenta la cosecha de uno de los principales alimentos de estación en Cuba muestra que el discurso del gobierno va por un lado y la realidad por otro distinto y doloroso.
De acuerdo con Monguía, los problemas comenzaron desde la preparación para la campaña, y la siembra, que debió concluir el 10 de enero, terminó casi a finales de ese mes a causa de las lluvias y del atraso en la importación de las semillas.
“El 30 de diciembre aún la estábamos recibiendo y en algunas variedades debemos esperar varios días a que germine para poder plantarlas”, explicó el especialista, citado por la fuente.
A mediados de abril ya se registraban sembrados de papa con afectaciones del 40% debido a la llegada de las precipitaciones, que se elevaron en mayo.
“Ni entraron todos los recursos ni entraron en tiempo. Solo el herbicida preemergente entró al 100 por ciento, aunque no fue el indicado. En el caso de los químicos no llegaron al 30 por ciento y hay aplicaciones para la hoja fina y redonda, que son como el Rosefín de los humanos… Al no tenerlo, pues florecieron los hongos y se agudizaron las pérdidas”, ejemplificó el experto.
A estas alturas todavía quedan 173 hectáreas de papa por recoger, que se están pudriendo el campo.
En la provincia no cuentan con la maquinaria agrícola suficiente para la cosecha y de acuerdo con el especialista ni una movilización masiva de trabajadores a esos campos resolverá el problema.
Aún no se conoce el valor total de las pérdidas de la actual cosecha, pero los expertos estiman que será la peor de las dos últimas décadas.
