Un grupo de 15 personas que participaron en las masivas protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021 en La Habana enfrentan desde este miércoles un juicio por «atentado, desórdenes públicos, desacato e instigación a delinquir».
De acuerdo con una petición de la Fiscalía citada por la agencia EFE, a los manifestantes se les acusa de lanzar «piedras, botellas, maderos y otros artículos» a la policía y gritar consignas contra el gobierno y el mandatario Miguel Díaz-Canel, por lo que algunos podrían sufrir condenas de hasta 13 años de cárcel.
Jonathan Torres, que tenía 17 años cuando fue detenido, es el más joven del grupo y una de las 59 menores de edad que enfrentan procesos penales por los hechos ocurridos el 11 y 12 de julio del pasado año en decenas de ciudades de la isla.
Según la agencia de prensa española, la fiscal pide una sanción de ocho años de privación de libertad para Torres, quien está acusado de «desorden públicos y atentado». Su madre deberá comparecer como testigo en el juicio.
Entre los nombre del grupo de acusados también figura Andro Ledesma, de 18 años, que perdió a su madre desde los 13 y presenta problemas psicológicos y de aprendizaje.
De acuerdo con la activista de la organización Justicia 11J, Salomé García, el joven dijo a su hermana que si lo condenan a 10 años tras las rejas se va a suicidar porque “no va a soportar vivir así”.
Registros de organizaciones jurídicas independientes y de defensoras de los derechos precisan que hasta el momento se han dictado un total de 639 sentencias —algunas de hasta 30 años de prisión— contra manifestantes del 11J.
Familiares de los sancionados, agrupaciones internacionales y voceros de gobiernos extranjeros han denunciado irregularidades y falta de garantías durante esos procesos penales.
Entretanto, autoridades de la Fiscalía General de la República de Cuba aseguran que todas las causas se han desarrollado cumpliendo con las normas del debido proceso.
