El trovador cubano Carlos Varela pasó su 61 cumpleaños en abril de este año trabajando en el estudio, concentrado en la creación de nueva música. En varias entrevistas había prometido abordar en sus canciones temas como la desilusión de su generación, el deseo de soñar y el derecho a la libertad.
En estos días, Cuba está sumida en una crisis energética que ha provocado un apagón nacional desde el viernes 18 de octubre. Aunque en las últimas horas se informó que la mitad de La Habana ya cuenta con suministro eléctrico, muchas zonas de la capital y del resto del país han soportado más de 80 horas sin electricidad.
En medio de esta situación, Varela ha lanzado un nuevo adelanto de una de sus canciones inéditas, «Elefantes». El tema es un dardo directo, difícil de no relacionar con las declaraciones oficiales sobre un problema que no solo afecta el presente, sino que es de naturaleza sistémica y estructural.
Así, «El poeta de La Habana» —como lo bautizó el director de cine Ron Chapman en el documental que explora el universo de Varela— lanza en unas sencillas pero contundentes frases una nueva crítica a las altas esferas del gobierno cubano.
«Prometen y prometen como los farsantes, que a rato salen en la TV, y mienten, a todos nos mienten, a ellos no les duele, porque no lo sienten…», se escucha en el video que acompaña el anuncio de su próximo disco, titulado Nada es como antes.
«Elefantes», el título del nuevo sencillo, parece ser, al igual que su colaboración de diciembre de 2021 con Sweet Lizzy Project, un retrato de la decadencia del régimen y de las promesas de un futuro que nunca se materializan.
Los comentarios no tardaron en llenarse de reacciones ante el estreno, que muchos ven como una luz en medio de la compleja situación que atraviesa Cuba.
«Bravo, tantos años y sigues siendo fiel a varias generaciones de cubanos. No como otros de ‘Mala fe'», «Desde el dolor que hoy vive Cuba!!! Te escucho y me emociono!!! Gracias!!!!», «Toda la razón. Tremendo sazón tiene ese tema, bro», y «Mejor dicho imposible, a ellos no les duele porque no lo sienten», se podía leer en comentarios.