La Policía detuvo el pasado martes 15 de abril a un cubano por haber provocado averías y roturas en un ómnibus de la ruta P9, perteneciente a la Empresa Provincial de Transporte de La Habana, en las inmediaciones del Parque Maceo.
Los destrozos fueron resultado de un altercado que tuvo lugar en horas de la tarde del sábado 12 de abril en la esquina de San Lázaro y Marquéz González, del Consejo Popular Cayo Hueso, entre el conductor ayudante y un pasajero que viajaba hacia La Palma y se dio a la fuga.
Según precisó la prensa oficialista, el sujeto arrestado, de 31 años, se encuentra bajo investigación por el delito de daños y perjuicios a la propiedad estatal.
De acuerdo con lo que precisó la Asamblea Municipal del Poder Popular de Centro Habana en su perfil de Facebook, el joven, residente en el municipio Arroyo Naranjo, fue capturado por el Jefe de Sector en la intersección de las calles Zanja y Belascoaín.
Anteriormente, las autoridades habían catalogado la pelea como un ejemplo del deterioro del comportamiento cívico, ya que este tipo de acciones no solo representa pérdidas económicas, sino que entorpece seriamente la ya complicada movilidad diaria de la población que depende del transporte estatal.
Por otro lado, muchos internautas han llamado la atención de cómo el gobierno anuncia con bombos y platillos este tipo de arrestos, mientras la mayoría de los hechos violentos en el país quedan sin solución.
“Honestamente, me alegra muchísimo en este caso la actuación de la policía. Mi experiencia específicamente en la estación de Policía del Cerro dista mucho de esta realidad. Ni la denuncia pude hacer porque no tienen personal. Para mí, me privaron incluso del derecho de denunciar. Estos casos mediáticos y ejemplarizantes son los que priorizan ellos. Habrá que esperar que se pongan para las estafas y la tranquilidad ciudadana. Quién sabe y pueda hacer mi denuncia”, comentó la usuaria Jany Garrido Vandama.
En días recientes, otros vehículos del sistema de transporte urbano de la capital han sido blanco de agresiones. Uno de ellos, el número 725 de la ruta P7, fue impactado por piedras en el municipio del Cotorro, provocando la rotura de una de las ventanillas.
Al mismo tiempo, fue atacado el ómnibus 5229 de la ruta 23 en la avenida Bélgica, cerca del Museo Nacional de Bellas Artes. En esta ocasión, el vehículo fue apedreado mientras transportaba pasajeros.