Canadiense espera sentencia por abuso sexual infantil en Cuba

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Alain Vandette, canadiense de 59 años, residente en Quebec, espera sentencia tras declararse culpable de haber abusado sexualmente durante casi diez años de una niña cubana, con cuya madre había iniciado relación amorosa en la isla, construyéndole una casa y comprándole un cerdo. Se espera que el próximo 27 de mayo el juez Alexandre Dalmau, de la Corte de Quebec, a cargo del caso, emita su veredicto. La fiscalía solicita 15 años de prisión.

Tras su detención en 2019, la policía de Montreal halló más de 2000 fotografías y 546 videos de niños abusados sexualmente, entre los que se hallaban numerosas grabaciones de la niña, cuya identidad se mantiene en secreto, realizadas en un lapso presumiblemente comprendido entre los 7 y los 13 años de la menor, acompañada muchas veces de la madre, en poses que imitaban materiales pornográficos pedófilos que previamente poseía Vandette, alto consumidor de estos materiales. En varios es la mujer quien abusa de su propia hija.

Durante el juicio, el pedófilo explicó que al conocer a la madre de la niña —quien guarda prisión en Cuba, según informó la corte de Montreal— esta vivía en la absoluta pobreza, ganando 50 centavos diarios limpiando baños en una estación de servicio. Su hija pequeña ni siquiera tenía juguetes. Vandette pagó por la construcción de una casa para la pequeña familia e incluso le compró un cerdo para que lo criaran y se alimentaran.

Alain Vandette confesó ser “dependiente” de la pornografía infantil y se declaró paciente de “una enfermedad” ante la que no podía resistirse. Aunque expresó que inicialmente no estableció relaciones con la cubana con el objetivo de abusar de su hija, sino que esto sucedió después. Vandette llevó consigo las imágenes tomadas a las cubanas a Canadá y seguía regresando a la isla para filmar y fotografiar más, para alimentar su insaciable colección.

El juez Dalmau declaró que una vez Vandette se reconoció como culpable, se le solicitó que reflexionara sobre las consecuencias de sus crímenes contra menores de edad. El acusado dijo que la niña cubana y su madre perdieron la casa que les había erigido, algo con lo que no podía relacionarse porque nunca le pasó a él. “No hay una mejor definición de la ausencia de empatía que esa”, explicó el juez, agregando que el pedófilo es “incapaz de expresar empatía”.

La defensa de Vandette, a cargo del abogado Rodolphe Bourgeois, declaró que su cliente está abierto a recibir terapia para comprender por qué le atraen tanto los niños, y solicitó una pena inferior de solo 6 años, común a este tipo de casos. “Él reconoce que tiene un problema y está trabajando en ello”, expresó el letrado. Aunque dos expertos que evaluaron el caso declararon que el acusado tiene mucho trabajo que hacer antes de comprender las dimensiones del daño causado.

Vandette está igualmente acusado en la Salaberry-de-Valleyfield, también de Quebec, por semejantes causas de agresión sexual, interferencia sexual y explotación sexual de otro menor abusado previamente entre 1998 y 2004. El inicio del juicio correspondiente está previsto para septiembre.

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