El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, descartó este lunes que por el momento su gobierno vaya a retirar a Cuba de la lista de estados patrocinadores del terrorismo.
«Nosotros tenemos criterios claros, leyes claras, requisitos claros y seguiremos considerándolo y viendo si Cuba seguirá mereciendo tal designación», declaró Blinken en una conferencia de prensa junto al presidente de Colombia, Gustavo Petro, en la sede del gobierno en Bogotá.
Durante el encuentro entre Blinken y Petro, el mandatario colombiano solicitó que Cuba sea sacada de la “lista negra”, que comparte con Siria, Irán y Corea del Norte.
«Eso se llama una injusticia. Por lo tanto en mi opinión (…) debe ser corregida», dijo el recién electo presidente del país suramericano al jefe de la diplomacia estadounidense, en referencia a la permanencia de Cuba en la relación de países promotores del terrorismo.
Explicó que la isla participó como garante del proceso de paz entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a solicitud del expresidente Juan Manuel Santos y con el respaldo de la Administración de Barack Obama, por lo que albergó en su territorio a una delegación de negociadores de esa guerrilla y posteriormente hizo lo mismo con miembros del Ejercito de Liberación Nacional (ELN).
No obstante, omitió que un atentado del ELN en 2019 contra una academia de la policías colombiana en el que murieron 23 personas resultaron heridas otras 60 provocó la ruptura de las conversaciones.
El gobierno de su antecesor en la presidencia, Iván Duque, pidió a Cuba la extradición de cuatro miembros del grupo insurgente que permanecían refugiados en La Habana, entre los cuales se encontraban dos de sus líderes, Israel Ramírez Pineda, alias “Pablo Beltrán” y Víctor Orlando Cubides, alias Aureliano Carbonell.
Las autoridades de la isla se negaron a la solicitud alegando que como garantes de las negociaciones de paz tenían el compromiso de proteger a los guerrilleros.
Cuba fue incluida nuevamente en el listado de países patrocinadores del terrorismo a inicios de 2021, durante la Administración de Donald Trump, y desde entonces ha reclamado su retirada de esa relación.
