El reguetonero cubano Oniel Bebeshito y la modelo Rachel Arderi se preparan para un Halloween muy especial: el primero que celebrarán junto a sus hijos en Estados Unidos. Aprovechando la ocasión, la familia ha decidido transformarse en “Los Increíbles”, la famosa familia de superhéroes de Disney, compartiendo el espíritu de equipo y aventura que los caracteriza.
Rachel, madre de dos (incluyendo a la primogénita de Bebeshito), publicó en Instagram las fotos del esperado look, donde hasta la pequeña Mía, aparece vestida como el adorable Jack-Jack. Con orgullo, el cantante se autoproclamó “Mr. Increíble” en los comentarios, mostrando una faceta familiar y divertida mientras celebra su llegada a esta nueva tradición.
La historia entre Oniel Ernesto Columbie Campos, nombre real de Bebeshito, y Rachel Arderi se ha convertido en un emotivo y fascinante viaje a lo largo de los últimos dos años. Este octubre, el reguetonero finalmente se reunió con su familia en Miami, donde pudo abrazar a su hija Mía por primera vez, un momento lleno de lágrimas y sonrisas que marcó su llegada a Estados Unidos y el inicio de una nueva vida en conjunto.
Desde ese reencuentro, Oniel y Rachel han dejado ver cómo esta pequeña familia se adapta a su nueva realidad. Recientemente, celebraron el primer mes de Mía con fotos conmovedoras que mostraban una conexión profunda entre los tres, acompañadas de mensajes de agradecimiento y amor que ambos compartieron en redes.
Rachel, quien también es madre de un hijo mayor, reflejó su felicidad en una dedicatoria que muchos interpretaron como el punto de partida de una etapa renovada, dejando claro cuánto significa para ella esta familia que ha creado con Bebeshito.
La evolución de su relación ha cautivado a sus seguidores, quienes celebran cada avance de esta pareja en su camino. Rachel ha documentado su proceso de recuperación postparto y, al mismo tiempo, Oniel se ha mostrado como un padre orgulloso y lleno de amor, compartiendo los momentos únicos junto a su hija, como sus paseos en carro y las primeras siestas de Mía sobre su pecho.
