Las autoridades ambientalistas cubanas convocaron a una cruzada nacional contra el pez León, la famosa especie invasora cuyas características venenosas se hicieron populares en la Isla desde el año 2007. El evento propone la pesca del animal y su posterior uso en la cocina local y turística.
La iniciativa impulsada por el Centro Internacional de Buceo María la Gorda y el Parque Nacional Guanahacabibes, con el Apoyo del Acuario Nacional de Cuba y el Centro Nacional de Áreas Protegidas situaron la campaña de control y manejo del Pez León para el venidero mes de noviembre, con la intención de ayudar a frenar el daño que provoca ese animal en los arrecifes de la zona.
Entre las bases de la cruzada se establecen que los equipos para la pesca podrán conformarse por dos personas, quienes podrán utilizar arpones hawaianos y podrán ser nacionales o internacionales.
Según la nota oficial emitida por el diario Granma, “se convoca a todos los participantes interesados a realizar la presentación de un plato elaborado con los ejemplares capturados, con el objetivo de promover su consumo entre la población local y turística y se otrogará premio al mejor plato”.
Sin embargo, durante los primeros años en que se comenzó a conocer sobre su presencia se difundieron también detalles acerca de su alto contenido de toxinas que provocaban la conocida ciguatera, muy dañina para los humanos. Aun así varios países de la región caribeña se han sumado a la promoción de su consumo, justificando que solo en las aguas del caribe oriental suelen resguardar a especies de Pez León contaminadas y que en buenas condiciones suele ser una activa fuente de Omega 3.
De acuerdo con la información difundida por el periódico Granma, el Pez León está considerado como el peor desastre ecológico artificial jamás visto por la geografía de esta zona y como consecuencia se incluyen afectaciones en la seguridad alimentaria y la economía de más de cien millones de personas en la región del Atlántico Occidental Tropical.
Hasta el día de hoy es uno de los depredadores más abundantes en numerosos arrecifes y es conocido que no puede ser víctima de otros peces gracias a las enormes espinas venenosas que rondan su cuerpo y que provocan fuertes dolores e intoxicaciones si llegan a hacer contacto con la piel de los buzos o pescadores.
Por su parte el Acuario Nacional de Cuba, en uno de sus informes de investigación presentados en los últimos años, indicó que “el pez León podrá ser manejado y controlado, pero no podrá ser erradicado de nuestras aguas”.
