Un evento trágico sacudió a Munich esta mañana, cuando un automóvil se lanzó sobre la multitud durante un evento sindical organizado por la Unión de Di, señalan medios desde Europa. El accidente, que tuvo lugar alrededor de las 10:30 en la intersección de Dachauer y Seidlstrasse, causó al menos 28 heridos, algunos de los cuales están en estado grave y la muerte de una mujer. Entre los heridos también hay niños.
El conductor del vehículo, un Mini Cooper blanco, ha sido identificado como un buscador de asilo afgano de 24 años. Según los informes de la policía, el hombre ya era conocido por la policía por los delitos relacionados con el robo y las drogas. Fue arrestado en el lugar después de que los agentes dispararon algunos disparos de arma de fuego para detenerlo.
Las autoridades están investigando para determinar si fue un acto intencional o un trágico accidente. Sin embargo, algunos testigos parecen confirmar lo primero, pues dijeron a la policía que el automóvil aceleró antes de golpear a los manifestantes. El presidente de Baviera, Markus Söder, dijo: «Hoy en Munich fue presumiblemente un ataque. Algo debe cambiar en Alemania. No puedes atacar al ataque».
El alcalde de Mónaco, Dieter Reter, expresó su consternación por el incidente: «Estoy profundamente sorprendido. Mis pensamientos están con los heridos».
La ciudad de Mónaco (Munich) está actualmente blindada a la vista de la conferencia de seguridad programada para mañana, en la que participarán varias personalidades internacionales, incluido el vicepresidente de los Estados Unidos J.D. Vance y el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky.
Un patrón de ataque terrorista
El trágico atropello masivo ocurrido este jueves en Múnich, que dejó al menos un muerto y 28 heridos, entre ellos varios niños, no es un hecho aislado. Tampoco es el primero de este tipo desde el incidente que conmocionó a Nueva Orleans a finales del año pasado. En los últimos meses, Europa ha sido escenario de varios ataques similares, evidenciando una preocupante tendencia que mantiene en alerta a las autoridades y a la población.
En diciembre de 2024, un vehículo embistió un mercado navideño en la ciudad alemana de Magdeburgo, causando la muerte de al menos cuatro personas y dejando a cientos de heridos. Ese ataque, que revivió los temores de episodios similares ocurridos en años anteriores, como el de Berlín en 2016, volvió a poner en cuestión las medidas de seguridad en estos eventos masivos que suelen congregar a familias y turistas.
Apenas un mes después, en enero de 2025, otro atropello masivo sacudió a Alemania, esta vez en Aschaffenburg. En esa ocasión, un automóvil irrumpió en una concurrida zona peatonal, provocando múltiples heridos. Si bien las autoridades lograron detener al conductor, los detalles sobre sus motivaciones aún no han sido esclarecidos por completo.
Estos sucesos, sumados al reciente caso en Múnich, perfilan un patrón de ataques con vehículos que inquieta especialmente a las autoridades alemanas, pero que también genera preocupación a nivel europeo. Los expertos en seguridad advierten que este tipo de atentados, por su carácter sorpresivo y la facilidad con la que pueden ser ejecutados, resultan extremadamente difíciles de prevenir y extremadamente mortales, especialmente en fiestas, donde hay alta aglomeración de personas y música alta, que impide a algunas personas escuchar los gritos de alerta a su alrededor. La creciente frecuencia de estos episodios hace temer que este método de ataque se esté convirtiendo nuevamente en una opción recurrente para extremistas o individuos con desequilibrios mentales.
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