Arqueólogos cubanos y españoles han descubierto en Pinar del Río los restos de un hospital de guerra que data de hace 125 años, y donde se presume fue herida de muerte la enfermera Isabel Rubio, Capitana de Sanidad del Ejército Libertador.
Se trataría del último campamento abierto por Isabel Rubio a finales de la guerra de 1895. La devenida sanitaria fundó varios hospitales ambulantes al occidente de Cuba tras recibir el grado de capitán a manos del mayor general Antonio Maceo.
Un reporte de la estatal ACN informó que el hallazgo tuvo lugar a 8 kilómetros de San Diego de los Baños, donde los investigadores encontraron recipientes de cocina, clavos, fragmentos de una tinaja de agua y una máquina de coser.
El doctor en ciencias Jorge Freddy Ramírez, participante en la exploración, precisó en declaraciones a la prensa que los artefactos se localizaron en un punto de la ladera norte de la elevación conocida como Gracias a Dios, en la cuenca superior del río Los Palacios.
“Dentro de una copiosa información de documentos originales existentes en los archivos españoles, se localizaron los relacionados con la detención y fallecimiento de la patriota Isabel Rubio Díaz”, dijo sobre una investigación más amplia que lleva a cabo con España.
La colaboración con Cuba parte del Proyecto “Connected Worlds. The Caribbean origin of Modern World”, auspiciado por el Instituto de Historia del Centro Superior de Investigaciones Científicas de España.
Este proyecto agrupa a historiadores caribeños y españoles con el propósito de realizar una exhaustiva investigación sobre la Guerra de 1895-1898. Fue tras analizar los documentos presentados por España que los historiadores pinareños pudieron dar con el sitio exacto del hospital de Isabel Rubio.
Rubio fue apresada en febrero de 1898, cuando fuerzas combinadas del Batallón de Baleares y la Guerrilla de San Diego de los Baños le propinaron un balazo en la pierna. Posteriormente, fue conducida hasta la enfermería de San Diego de los Baños y luego al Hospital General San Isidro, donde falleció a los tres días.
Algunos expertos dicen que, tras recibir al Titán de Bronce en su casa, Isabel Rubio fue abordada por sus alegados para que abandonara Cuba y apoyara la lucha independentista desde el exilio.
“Necesito practicar lo que propagué”, respondió ella; y a sus 58 años se unió definitivamente al ejército de mambises. Para Jorge Freddy, el principal valor histórico del hallazgo, es poder cerrar el periplo del largo recorrido de la insigne patriota por la geografía pinareña.
La zona donde se ubicó el campamento y hospital de sanidad continúa bajo investigación arqueológica, por lo que el acceso está, de momento, restringido.
