Cris Álvarez, joven periodista cubano radicado en España e integrante del grupo de activistas que bajo el liderato de Masiel Rubio recaudan medicinas en Madrid (España) para ser enviadas de mano en mano a cubanos necesitados de medicamentos en la isla denunció en las últimas horas haber sido objeto de amenazas.
Según su testimonio, escrito en Facebook a las 3:43 am de este miércoles, alguien, desde Cuba, lo llamó a las 3:30 am para -entre ofensas homofóbicas- decirle que «lo estaban midiendo» y que dejara de mandar medicamentos a Cuba.
Según pudo conocer Cubacomenta, el número desde el que llamaron a Cris corresponde al de una mujer.
«Está registrado a nombre de una joven de 28 años. Estuve haciendo averiguaciones, y su perfil no corresponde al de alguien que se dedique a eso de llamar y amenazar a nadie. Puede ser que le hayan tomado «prestado» el teléfono. O que la Seguridad del Estado se lo tenga pinchado», dijo Cris vía Facebook chat.
¿Quién tendría la intención de amedrentar al joven? ¿En base a qué?
Con relación a «su trabajo», la idea es clara. Él y todos los que con él envían medicamentos ayudan a cubanos considerados «vulnerables» -en su mayoría los que no tienen familiares en el exterior ni recursos para acceder a medicamentos. Envían maletas con medicinas e insumos hospitalarios de mano en mano, no a través del gobierno, sino como equipaje personal de viajeros que marchan a la isla. Una vez allí, las medicinas se recogen por activistas que las distribuyen entre personas necesitadas y que ya tienen identificadas como «vulnerables» en los barrios.
También a través de grupos de Facebook donde decenas de cubanos acuden a lanzar su pedido desesperado de ayuda, recogen ellos información para enviar los medicamentos. Van con nombres y apellidos las medicinas, con el número telefónico de las personas que las necesitan. Y bien contadas y distribuidas. No existe el modo en que alguien pueda acapararlas y venderlas.
Cristian asegura que continuará enviando medicinas a Cuba de esa manera, de mano en mano, a personas que lo necesiten.
En días pasados, y a raíz de una «amenaza» que sufriera la principal activista del grupo, Masiel Rubio, que fue acusada por un internauta de estarle dando «un respiro a la dictadura», Cristian escribió en Facebook:
“No se trata de darle respiro alguno al gobierno”. Así siempre le respondo a todo el que me dice que con lo que estamos haciendo en Madrid, de enviar medicamentos a Cuba, estamos dándole un respiro a la dictadura. Pues sepa que no es así y es muy simple de entender. Explico:
«Aunque no lo crea, esto, que empezó como algo muy pequeño; que solo llegaba a poquitísimas personas en Cuba, se ha convertido en algo inmenso. Nadie sabe lo reconfortante que es leer los mensajes de los beneficiados (…) Nadie se imagina lo que significa ver tantos cubanos, dejando su trabajo, su familia, sus amigos, para irnos a ayudar en lo que se necesite. Nadie se imagina lo feliz que nos ponemos cuando llega alguien y dice: “Me voy mañana a Cuba, me llevo 10 kilos de medicamentos”. Nadie sabe cuanto significa el saber que a alguien se le curó la sarna con el Sarcop o que el enfermo de Parkinson está mejor con la Levodopa Carbidopa que recibió (…)»
«No se trata de ser el Salbutamol de la dictadura. Hay algo que va más allá de nuestras diferencias políticas, de nuestras maneras de pensar, de preferencias. Ese algo es HUMANIDAD. Si usted, en su infinita “misericordia” no entiende el significado de esa palabra, lo mejor que hace es quedarse en silencio. SE ESTÁN SALVANDO VIDAS… PUNTO Y FINAL».
Quien quiera que lo haya llamado, tal parece que «se equivocó» de número telefónico. Cristian Álvarez no es de esos que «comen miedo».
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